La charla con Marcelo Dumanjo, ex presidente de Atanor que al mismo tiempo lleva adelante desde hace años un proyecto propio que es era el motivo central de esta nota, comenzó con una pequeña provocación, todo un clásico de Bichos de Campo.
-Usted Dumanjo me está diciendo que van a hacer lo mismo que prometió nada menos que Microsoft en 2019 y que hasta ahora no cumplió: llevar internet a las zonas rurales utilizando frecuencias extrañas…
Ahí el ejecutivo respondió que no era exactamente lo mismo: que lo que la corporación creada por Bill Gates prometía hace un tiempo llevar la internet hasta los campos a través de una frecuencia no utilizada de la televisión, pero que al parecer ese plan solo funcionó en Colombia y algún otro país, pero finalmente no avanzó en la Argentina.
-¿Y qué es lo diferente en el proyecto de ustedes?
-Hace un tiempo el Estado licitó la llamada banda 450 Megahertz y nosotros obtuvimos la concesión para utilizar esa frecuencia en más de 150 ciudades y pueblos en las provincias de Buenos Aires y Santa Fe. Los celulares usan frecuencias que van de 700 a1900. Este es otra frecuencia, está limpia, y nuestra tecnología nos permite brindar servicios de internet desde esas localidades hacia las zonas rurales que las rodean.
La empresa de Dumanjo se llama Alvis SA y es totalmente de capitales argentinos. El proyecto específico lo denominaron AgrariaNet. Por cierto, lo novedoso es que ya está ofreciendo su servicio de conectividad permanente y estable en Chacabuco y Venado Tuerto, pero muy pronto estará inaugurando sus antenas (Marcelo las llama “radiobases”) en un corredor que abarca Lincoln, Junín, Pergamino, Salto y Rojas.
-Bueno, me quedó claro que lo de Microsoft era otra cosa. ¿Pero por que creer que esta vez Alvis va a llegar con internet a las zonas rurales?
-Porque esta frecuencia 450 nos permite colocar en cada ciudad instalaciones fijas. La primera radiobase se pone en el casco urbano, por ejemplo en Pergamino, y tiene un alcance para ofrecer una conectividad estable y permanente sobre un radio de 30 kilómetros a la redonda. Y un poco más allá, hasta 50 kilómetros se pueden conectar dispositivos y sensores. Luego se va ampliando la red hacia las zonas rurales, que son nuestra prioridad porque es allí donde está la necesidad. En la Argentina el gran problema es que nuestro campo está bastante tecnificado pero no tiene una conectividad real. ¿Cuál es la solución que encuentran los productores? Hasta ahora terminan contratando una solución satelital que termina siendo cara e inestable, y que finalmente no soluciona del todo los problemas.
Dumanjo explica que este sistema de radiobases van cubriendo las áreas rurales y explotan únicamente y sin competencia esa frecuencia asignada de 450 Mghz. Lo que ellos le asignan al productor o usuario rural es un dispositivo receptor de esa señal (en realidad hay varios modelos, de acuerdo a las necesidades) que tienen conectividad de modo permanente. La tecnología es importada y proviene sobre todo de Nokia, e incluso hay un receptor móvil que se puede llevar sobre la camioneta y que recibe wifi siempre y cuando está bajo la zona de cobertura. Hay otros receptores de mayor fuste que permiten que un campo cuenta con una capacidad de transmitir de subida y bajada con una potencia permanente de 5 Megas.
-¿Y esos 5 Megas alcanzan para un campo que tiene múltiples sensores y cámaras que transmiten datos a la nube de modo constante?
-Sobran. Con 5 megas simétricos funcionando en serio esta video llamada que estamos haciendo la podés tener desde el campo sin ningún inconveniente.
“La tecnología 4G LTE posibilita que las zonas rurales accedan a los servicios de conectividad en un radio de cobertura de hasta 40 kilómetros para servicios de internet y voz, y de hasta 70 kilómetros para dispositivos de IOT (Internet de las cosas). Otra ventaja de esta tecnología es la capacidad de soportar el despliegue de servicios de comunicación de “Machine to Machine” en entornos rurales, tales como video vigilancia, telemetría y seguimiento”, dice la web institucional de la empresa Alvis. Marcelo será un poco más moderado con las distancias en la charla con Bichos de Campo. La provocación que hicimos con las promesas incumplidas de Microsoft dio resultado.
“Esta es una inversión muy grande que estamos haciendo desde una Pyme argentina, pero estamos convencidos de que es el camino”, nos cuenta el ejecutivo. Una de las claves que podría acelerar la penetración de este sistema en las zonas rurales es que ya están en conversaciones con las principales empresas que brindan servicios de la agricultura digital (como Bayer o Basf), pero también con desarrolladores de varias decenas de aplicaciones para comenzar a ofrecer sus productos juntos. Es decir, te vendo el chiche de la digitalización, pero a la par te puedo asegurar que tendrán conectividad.
Dumanjo define: “Es enorme el nivel de información que te dan estas nuevas aplicaciones, pero si no tenés la conexión online a la nube al final la terminás utilizando a medias, la aprovechás solo 20 o 30%”.
-Bueno, ahora la pregunta clave… ¿Será caro o barato tener este sistema de internet en el campo?
-No será barato sino muy barato- se agrandó Marcelo.
De acuerdo al dispositivo que contrate cada usuario, obviamente si el servicio está disponible en su zona, las tarifas mensuales arrancan en 2.000 pesos (por ejemplo, para el servicio de receptos móvil) a unos 3.500 pesos mensuales, en la opción de mayor tecnología.
Por supuesto, habrá que ver cómo sigue la película. Esto es Argentina. Aquí hasta Microsoft se ve obligada a recular de vez en cuando.