Las operaciones de canje a cosecha son conocidas en el país desde hace rato. Pero la utilización directa de los granos cosechados por un productor como moneda de cambio resultan una novedad. A través de la aplicación Agrocanje, ahora un productor en cualquier parte del país puede pagar con el grano que desee, y a través del acopio que prefiera, cualquier producto o servicio que compre o contrate. Incluso arrendar un campo, cambiar la camioneta o comprar maquinaria se haría posible con esta modalidad.
El proyecto surgió como iniciativa de tres cooperativas distribuidas entre Córdoba y Santa Fe hace un año. Sus creadores vieron una deficiencia en el sistema de canje de granos que muchas veces se usa en las cooperativas o acopios. “El productor estaba habituado a comprar con granos insumos como semillas, agroquímicos y fertilizantes, pero quedaban un montón de productos afuera”, explicó a Bichos de Campo Hernán Basualdo, gerente del emprendimiento.
Este es un aviso institucional de Agrcanje que explica cómo funciona el sistema:
La plataforma no interviene en el sistema comercial sino que limita su intervención a unir a las partes en una transacción. “Somos un vehículo entre el productor agropecuario, que ya tiene depositados los granos en un acopio, y el proveedor del servicio”, afirmó Basualdo.
¿Y cuánto valen los granos? La cotización se actualiza diariamente en la plataforma con las referencias que surjan del mercado de Rosario. A medida que el proyecto se amplíe, se incorporarán los valores de referencia de Quequén y Bahía Blanca. Al cierre de esta nota, la soja se tomaba a 18.000 pesos, el maíz a 10.350 pesos y el trigo a 14.000.
La plataforma, a la que se pueden ingresar por web o por celular, cuenta con una calculadora que realiza las estimaciones de cuántas toneladas serán necesarias liquidar en cada operación. También incluye un largo listado de empresas o marcas que ya operan con esta modalidad.
Si bien hoy trabajan con el grano físico, para fin de año esperan poder sumar alternativas de financiamiento y desarrollar una herramienta para comprar también a través del pago a cosecha, es decir con un plazo de financiación.