Desde FADA, la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina, se comunicó que trabajan en la presentación al Gobierno del llamado “Bopreal del Campo”, una suerte de bono que compensaría lo que se extrae a los productores por los derechos de exportación o exportaciones, que son unos 10 mil millones de dólares anuales. La iniciativa ya fue presentada también a las entidades de la Mesa de Enlace, quienes de todos modos no la hicieron suya sino que solo escucharon.
Los funcionarios de Javier Milei, y el mismísimo presidente, dijeron en reiteradas oportunidades que las retenciones se quitarán el día que están dadas las condiciones fiscales, algo bastante impreciso porque quizás ese día nunca llegue o haya antes nuevas elecciones u otros tipo de argumentos y necesidades macroeconómicas que justifiquen la vigencia de ese tributo.
Desde las entidades de productores, por su parte, han pedido su quita, aunque se muestran tolerantes con este gobierno teniendo en cuenta el daño económico que las retenciones causan a los productores sobre todo en campañas como la actual, en la que se combinan precios bajos, alytos costos, plagas como la chicharrita y lluvias por debajo de los promedios.
En este contexto es que FADA propone este mecanismo que -según operadores del negocio agrícola- no sería posible implementar.
Fernando Rivara, presidente de la Federación de Acopiadores, dijo que canjear retenciones por bonos “es inviable porque hay millones de toneladas de granos que se venden en el mercado interno con el precio descontado por el efecto de las retenciones pero ese dinero no va a las arcas del Estado, sino que es una transferencia de recursos de un eslabón a otro”.
El acopiador dijo: “En el caso del trigo, donde hay 7 millones de toneladas de consumo interno y 13 millones que se exportan, el gobierno va a recibir el 12% de lo que se exporta, pero va a tener que pagar por todo lo que se producen y venden los productores”.
Luego explicó el caso de la soja: “El exportador le da cerca de 130 dólares al Estado (por las retenciones de 33% vigentes). Con este mecanismo luego se tiene que dar vuelta y darle al productor un bono. ¿Pero qué pasa con el que vendió soja a una empresa que hace alimento balanceado?”.
Rivara continuó: “El Estado en definitiva recibe 100 dólares por los derechos de exportación pero tendría que devolver más a los productores. ¿Te imaginás la reacción del presidente Javier Milei si le presentan eso? El gobierno sabe que esto es inviable”.
El directivo de los acopiadores lamentó que, en cambio, no haya prosperado el proyecto de ley del Consejo Agroindustrial Argentino que proponía una reducción gradual de este impuesto, hasta su eliminación en el mediano plazo.
También me pregunto, como no encontrar los consensos para activar un mecanismo plasmado en un proyecto, donde la reducción gradual de 0,5% mensual hasta lograr el 6% anual en la quita de las retenciones. Sería una salida positiva para el campo que no implican un desequilibrio en materia fiscal y si muchos beneficios para el sector y para el país.