En el negocio de la carne vacuna no se puede hablar de “boom exportador” sin tener en cuenta el crecimiento de la demanda de China y -en segundo término, con mucho menos protagonismo- de Rusia. Ambos mercados explican el 90% del crecimiento que se dio este año en los embarques de carne argentina. Pero mientras esto sucede, los mercados tradicionales de la Argentina se encuentran estancados.
China está moviendo todo el tablero internacional, no solo el de la Argentina. En 2012 compraba cerca de 300 mil toneladas de cortes bovinos y según el USDA se espera que en 2019 importe por lo menos 1,5 millón de toneladas. Su demanda es tan grande que ya no se logra abastecer con los cortes de bajo valor de la vaca y por eso algunos frigoríficos están comenzando a enviar cortes “no tradicionales” a ese destino, como peceto, cuadrada o bola de lomo.
Pero cuando uno mira lo que sucede con el resto de los mercados la situación es bien diferente. Comenzando por el destino más tradicional, que es la Unión Europea, no se observa una demanda mayor hacia la carne argentina. Por el contrario, los analistas hablan de estabilidad. Y eso se refleja en los volúmenes y también en los precios.
Para los volúmenes de carne embarcados a los mercados de mejor valor, como es el caso de los países del Viejo Continente, el incremento porcentual es importante, pero no así cuando se lo mide en forma nominal. Las ventas de carne a Alemania crecieron entre enero y septiembre un 10%, lo que significa apenas 1.600 toneladas más. Los envíos a los Países Bajos crecieron 35%, pero eso apenas implica 2.200 toneladas. Los despachos a Italia crecieron 30%, lo que suma 400 toneladas extra.
En definitiva, el crecimiento de los embarques de carne argentina a los mercados de mayor poder de compra explican apenas el 4% del crecimiento total de los embarques del sector.
Este magro incremento se replica en otros destinos tradicionales. Las ventas a Brasil aumentaron 19%, y eso suma 4.000 toneladas. Mientras que a Israel el volumen exportado cayó 2,6%, lo que significa 450 toneladas menos.
La estabilidad del mercado extra China se refleja también en los precios. En la mayoría de los casos, hubo bajas en los valores respecto de 2017, y eso tiene que ver con dos cuestiones. En primer lugar, la demanda mundial no está dispuesta pagar más. “Pero además hay que tener en cuenta que debido a la mejora de la competitividad cambiaria ahora es conveniente exportar cortes de menor calidad y entonces el valor FOB promedio baja”, explicó un analista.
El precio promedio de lo que se vendió este año a Alemania fue de 10.800 dólares, lo que significa un 8% menos contra el período enero-septiembre del año pasad. A ese destino se venden los cotizados cortes que integran la Cuota Hilton, pero también los de la Cuota 481 (carne de feedlot), que tienen precios menores. Lo que sucede en Alemania se replica en los Países Bajos donde las ventas en valor cayeron 8%, mientras que en Italia los precios se mantuvieron estables.
Las cotizaciones promedio por tonelada a otros destinos también cayeron. En el caso de Rusia la caída fue de 6%, mientras que la carne argentina que llegó a Brasil se pagó 8% menos. En lo que va del año, solo hubo mejoras menores del precio promedio en Chile (3%) y en Israel (6%).