A mediados del año pasado, comenzaron a llegar a Argentina noticias de fuertes inversiones de compañías multinacionales que venían a desarrollar la camelina, un cultivo de invierno que puede convertirse en el biocombustible de los aviones del presente, y que no competiría con otros cultivos ya presentes en la rotación de los productores argentinos.
Una de las más inversiones más rutilantes en este sentido, tiene como protagonistas a Louis Dreyfus Company (LDC) y Global Clean Energy Holdings, Inc, quienes anunciaron que comenzarían a trabajar en conjunto en promover el desarrollo de la camelina.
En concreto, estas dos compañías (Dreyfus históricamente ligada a la agricultura de nuestro país) anunciaron que trabajarán exclusivamente en la originación y procesamiento de camelina en Argentina, Paraguay y Uruguay.
Global Clean Energy es una empresa de energía renovable con sede en Estados Unidos, con intereses en la producción y comercialización de materias primas no alimentarias utilizadas para la producción de biocombustibles. Ellos gestionarán el desarrollo del cultivo para mejorar las variedades de camelina en la región, suministrar la semilla de camelina y brindar apoyo agronómico a los agricultores que participan en el programa.
LDC gestionará la originación y los contratos con los agricultores, asegurando que toda la producción cuente con la certificación de sustentabilidad correspondiente, así como la logística posterior a la cosecha y el procesamiento en harina y aceite.
Ante esta novedad, aprovechamos la reciente edición de Expoagro para conocer más detalles, y es por eso que entrevistamos a dos especialistas de la compañía LDC, Luis Zubizarreta y Pablo “Pepe” Autilio, Director Institucional Regional y Gerente global de semillas, respectivamente.
Ambos coinciden en que la camelina debería ser el cultivo invernal más sembrado en Argentina, ya que las bondades económicas y agronómicas se cuentan campaña a campaña: “La camelina es una oleaginosa de invierno, que se caracteriza por tener un ciclo muy corto y eso es lo atractivo, entra en un ciclo en donde no altera el ciclo agrícola del productor. Es uno de los cultivos que en Europa lo llaman cultivos intermediarios, que hoy por hoy son los que están todos en boga, producto de que son cultivos sustentables, que no desplazan otros commodities, ni tampoco compiten con cultivos de alimentación humana”, describe Autilio, gerente global de semillas de LDC.
Al respecto, el especialista describe que este cultivo encuentra en Argentina una particularidad: Al tener un ciclo muy corto, de solamente 120 días, podría reemplazar al barbecho químico que realiza el productor, y a eso apunta LDC, a competir directamente contra el barbecho.
“Al ser de corto ciclo, entra perfectamente en lo que sería el ciclo del barbecho. En Argentina hay un área muy grande, disponible en términos de barbecho. Hablamos de 10 a 12 millones de hectáreas, y ahí es donde perfectamente se puede sembrar durante los meses de junio y cosechar fin de octubre, principio de noviembre, lo que permitiría hace un maíz tardío o una soja de primera”, describe Autilio.
A su vez, Luis Zubizarreta, miembro de la compañía e histórico referente de las cadenas productivas, que llegó a ser presidente de ACSOJA, conoce de primera mano las necesidades del productor y de la industria, para que esa conjunción se establezca y crezcan las hectáreas con camelina. Para eso se necesita demanda. Al respecto el especialista explica: “Ese es uno de nuestros roles, justamente generar, ser de alguna manera un agente comercial de un nuevo cultivo. LDC tiene la capacidad de almacenaje, la capacidad comercial. Sí, sí, y buscamos estas oportunidades y decimos, bueno, ¿en dónde se puede producir esto que el mundo demanda? Acá hay una oportunidad”.
Mirá la entrevista con Luis Zubizarreta y Pablo “Pepe”Autilo:
Zubizarreta agrega que este producto tiene mucha demanda, “porque el mundo está apuntando a combustibles sustentables”.
Al no ser un producto de consumo humano, y no competir contra ellos, la camelina tiene el camino despejado para ser la materia prima por excelencia para la elaboración de combustible para aviones, que ya se está utilizando.
“En algunos casos la electromovilidad es inaplicable, como en los aviones, o difícil de aplicar, y además tiene un costo gigante. Entonces, pensar en los biocombustibles como combustibles de transición, es lo que está sucediendo, lo que va sucediendo en Estados Unidos y en Europa, y este es uno de los casos patentes, en donde tenés un producto, una oleaginosa, a la cual le extraes un aceite, con ese aceite podés hacer un biocombustible, con un mercado cautivo, o por crecer, o por nacer”, subrayó Zubizarreta, poniendo en relieve la importancia actual del aceite de camelina.
Como este desarrollo agrícola es incipiente aun, Autilio destaca que el grano de camelina va a ser procesado en Argentina, se va a moler en una planta que la compañía alquila en Chivilcoy, provincia de Buenos Aires, ya desde la cosecha 2023: “El aceite se va a exportar, y la harina se va a vender en el mercado doméstico. La harina tiene cualidades para que pueden calzar perfectamente para la alimentación animal. El aceite se exporta crudo para que otro haga en otro país, el biocombustible, que es un proceso industrial que nos queda un rato para trabajar y hacerlo aquí”, dice el especialista de la compañía.
Según cuentan los especialistas, el productor siembra bajo contrato, asegurando que el 100% de la cosecha será comprado por LDC. Al competir contra el barbecho químico, la inversión es similar, por lo que las 10 millones de hectáreas que tienen ese destino, para Autilio y Zubizarreta, deberían empezar a llenarse de camelina: “Esto va a crecer, porque somos conscientes que tiene que crecer, porque a los productores les conviene, porque la ecuación económica, le cierra. Hay una empresa de genética seria, que en este caso es la empresa americana, y hay un comercializador y comprador de la producción, que entendemos que es lo suficientemente serio con un nombre en el mercado como para que el productor confíe y se lance a la camelina”, aseguraron desde la compañía.
Hola me gustaría probar el cultivo, departamento San Jerónimo santa fe