Este hilo (publicado originalmente en Twitter) se llama “Educando a Paula” y va dirigido a la secretaria de Comercio, que hoy emitió una Resolución en la que pide a todos los mayoristas de la carne que informen sus ventas de medias reses y cueros, además del precio y las categorías de carne, en una planilla así:Pongamos en contexto: Hay un visible hastío social con la política y sus exigencias, que no solo se miden en la presión fiscal que recae sobre todos los argentinos sino en la cantidad de tiempo que te demanda hacer trámites ante un Estado que a la vez resulta ser ineficiente.
Es el caso de los datos requeridos por Paula Español: los operadores de la carne deberán ahora gastar más tiempo en brindar a Comercio Interior información que ya está a disposición de muchos otros organismo del Estado. Por ejemplo:
La Subsecretaria de Mercados Agropecuarios tiene el SIO-Carnes, un “sistema unificado de información de operaciones de compraventa de ganado bovino con destino a faena”. Se alimenta con los datos de las liquidaciones electrónicas presentadas a la AFIP.
Del SIO Carnes podría recabar entonces Paula todos los datos que pide ahora a los consignatarios en esta nueva resolución. Quizás haya que ajustarle algunas clavijas, pero el sistema de información es obligatorio y debería contener todas las ventas de ganado para faena.
Pero no, Paula quiere conocer el proceso de formación de los precios de la carne y entonces requiere información de los frigoríficos. Bueno, entonces puede recurrir al SIGICA, que es un sistema operado por el Senasa y que también es obligatorio.
“El Sigica es un sistema moderno, que opera en línea y mediante el cual se gestionan los cierres de DT-E, declaración de detalles de tropas y detalles de la faena de los animales que ingresan a los establecimientos faenadores habilitados por el Senasa”, se explica en Senasa.
Un empresario de la carne me explica que allí el gobierno puede saber cuántos kilos de carne salen de cada planta de faena, ya sea en forma de cortes o en medias reses. “La información la tiene Senasa en tiempo real, porque si no extiende la certificación sanitaria”, me dice.
Hay un problema con los cueros. Paula, en su resolución, exige que le informen “las unidades vendidas”. Pero en ningún frigorífico se registran los cueros (que de todos modos deberían coincidir con los animales faenados) sino “los kilos de cuero” despachados hacia la curtiembre.
Bueno, pero si Paula no está conforme con esa información, puede recurrir a la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario. Es la ex ONCCA, que desde 2016 y de la mano de Marcelo Rossi ha hecho con la AFIP un espectacular trabajo para ordenar la cadena de la carne.
¿Qué hicieron? La ex ONCAA y la AFIP no autorizan ninguna faena de animales si antes no verifican que el matarife o el frigorífico X haya pagado un anticipo por los impuestos y la seguridad social (también Ingresos Brutos, en el caso de ARBA). Tanto anticipo, tantos animales.
Este sistema no solo blanqueó casi todo el universo de operaciones mayoristas (que quedan registradas). La ex ONCCA también montó controladores electrónicos de faena en todas las plantas de faena, para vigilar a la distancia las operaciones. También podría ir Paula a visitar eso.
Pero si Paula quiere saber con pelos y señales los detalles de cada una de las ventas mayoristas en ganados y carnes, no tiene nada más que cruzarse hasta la AFIP y allá Mercedes Marcó del Pont podría ayudarla. Es que la AFIP es la que presta todo el soporte informático.
En AFIP no solo reciben la información de Senasa y de la ex ONCCA en tiempo real. También tienen las facturas de venta y las declaraciones juradas de cada uno de los integrantes de la cadena mayorista… Salvo las de las carnicerías.
Esto es porque en 2018 la AFIP intentó poner en marcha un “remito electrónico de carnes” que nunca funcionó a pleno, ante la resistencia (a veces justificada) de las carnicerías a aceptar ese sistema. Allí era obligatorio declarar cada venta de carne a un minorista. Lo que quiere Paula.
¿Y por qué no funcionó? Bueno, porque en el país hay 70 mil carnicerías o más, que con solo vender 1 media res por semana ya se pasan de la categoría del monotributo y deberían anotarse como Responsables del IVA ante la AFIP, con todo lo que eso implica. Más tiempo, más dinero.
Pero bueno, ahí está el REC si quieren controlar realmente al sector: sigue vigente pero no hay nadie capaz en la AFIP de implementarlo, simplemente porque es una norma traída de los pelos, como la que dictó hoy Comercio Interior.
Me dice un empresario frigorífico: ¿Por qué en vez de pedirnos tanta información no hacen al revés? ¿Por qué no van a una carnicería que venda caro y empiezan a desandar el camino, de atrás para adelante? Según su teoría, allí Paula sabría quién y cuándo se inflan los precios.
Pero no. Siempre es más sencillo y más barato hacer una resolución desde el escritorio.
Más sencillo y más barato para ellos, habitantes circunstanciales del Estado, al que han llenado de normas ridículas.
Para todos los demás, siempre es más difícil y más caro.