El veterinario Eduardo Merayo es casi un sinónimo de la lucha sanitaria en la Patagonia. Histórico director ejecutivo de la Funbapa (Fundación Barrera Patagónica), cree que ha llegado el momento de reformular muchos de los objetivos en materia sanitaria que tiene esta región y sobre todo de relanzar el acuerdo entre el sector público y el sector privado que permitió a las provincias más australes estar un paso adelante que el resto del país tanto en materia animal como vegetal
Merayo habló con Bichos de Campo en la presentación, hace unos días de una investigación realizada por técnicos del INTA sobre los beneficios de haber implementado en los años 90 un programa de erradicación de la Mosca de los Frutos, la peor de las plagas para la producción de peras y manzanas. Allí, tras revisar los orígenes de la Funbapa hace más de 25 años (luego de la fusión entre el viejo Senasa animal y el Iascav), reinvindicó este tipo de modelos frente a una política estatal que ha sido por lo menos errática.
Ver ¡Atrás Mosca de los Frutos! Balance de una lucha sanitaria que resultó exitosa
“Pasamos de un Estado que era autoritario en la década pasada porque tenía plata, a un Estado que se muestra participativo porque no tiene presupuesto. Pero eso no sirve. Tenemos que llegar a un mix que sea lógico y sobre todo sustentable”, dijo el especialista recordando que el kirchnerimos, en 2014, decidió estatizar las tareas de control en la Barrera Sanitaria Patagónica. La medida ofreció muy pobres resultados de parte del Senasa, que ahora -sin dinero suficiente- busca descargar responsabilidades en el sector privado.
Merayo, en cambio, consideró que hay que navegar en medio de ambas mares. “Yo creo que la único camino es la integración público-privada, que estemos comprometidos todos los sectores es fundamental porque nos auto-controlamos. No se puede salir de una situación de crisis en el sistema sanitario si no es en conjunto. Es imposible”, enfatizó.
Mirá la entrevista completa con el directivo de la Funbapa:
La Funbapa se creó hace 25 años justamente bajó ese modelo: está integrada por el gobierno nacional, las gobiernos de todas las provincias patagónicas, y todas las asociaciones de productores, tanto de la fruticultura como de la ganadería. “La fundación se inició hace 25 años, cuando la región empezó a ver que necesitaba diferenciarse del resto del país, porque era libre de Mosca de los Frutos y de Fiebre Aftosa”, recordó su director ejecutivo.
Entonces, apuntó Merayo, la situación era bastante similar a la de ahora: “En aquel momento la barrera sanitaria, que era solo para aftosa, no funcionaba. Y todos los productores necesitaban una barrera eficiente. La idea fue generar un sistema cuarentenario que evitara el ingreso de plagas y enfermedades perjudiciales” para la región. El sistema funcionó con aranceles acordados con los propios productores.
“Hemos logrado en 25 años tener la región libre de aftosa más grande del país, que es la patagónica, así como ser el área libre de Mosca de los Frutos. Son logros singulares”, destacó el veterinario, que sin embargo consideró que hay que revisar los objetivos actuales de estas luchas sanitarias.
En este sentido, Merayo opinó que “hay muchas cosas para trabajar, pero tenemos que empezar a hacerlo con inteligencia. La Patagonia logró ser libre de aftosa sin vacunación, pero cuando vemos los indices de productividad ganadera, resulta que estamos muy mal, estamos al 50%. ¿Para qué queremos ser una zona libre, y poder vender carne a mercados con mejores precios, si no producimos mejor?”
Para el directivo de Funbapa, entonces, “el sector privado tiene que ponerse a pensar que las ventajas comparativas de tener una zona libre conlleva la responsabilidad de mejorar la producción. No te digo que tengamos un rendimiento del 90% (90 terneros nacidos cada 100 vacas), pero por lo menos superar el 70% en una primera etapa”, se ilusionó.
Esta apuesta a una mayor productividad, según Merayo, resulta inevitable, por cuanto “en algún momento van a venir con el impuesto al metano (gas producido por el aparato digestivo de los bovinos)” y por ello “tendríamos que tener menos vacas y más terneros”. Además, el experto argumentó que “si no hay rentabilidad no va a haber productores, pero si no hay mayor competitividad tampoco va a haber rentabilidad. O sea que hay que apuntar a eso”.
Ver Los ganaderos patagónicos temen por el relajamiento de la barrera sanitaria y reclaman a la Nación
-¿Por qué está andando mal la barrera sanitaria del Río Colorado? Mucha gente me ha dicho que ya casi no se ven controles…
-Es evidente esto. Y hay que mejorar el sistema cuarentenario patagónico con recursos y mayor visibilidad. Es un problema del gobierno nacional, del Senasa, y va a tener que apuntar los cañones ahí, porque a los patagónicos obtener este estatus sanitario nos costó mucho y no vamos a tirar este esfuerzo por la borda. Es necesario mejorarlo y habrá que poner los recursos que faltan. Las cosas tienen que funcionar porque si no no vale la pena que estén”.