Los productores chaqueños Raúl y Cristian Samite -padre e hijo- dueños de la empresa Agrocomercial Andresa SRL, con domicilio fiscal en la provincia de Corrientes pero con campos en Chaco, afrontaron la semana pasada lo que podría calificarse como una serie de eventos desafortunados.
Luego de comprar dos jaulas de animales por cuatro millones y medio de pesos al contado, los ganaderos recibieron documentación falsa de traslado que fue detectada por agentes de Senasa, quienes activaron un protocolo sanitario y procedieron con el decomiso la hacienda. Los empresarios ganaderos denuncian haberse quedado sin el dinero y sin las cabezas de ganado. Y responsabilizan tanto al vendedor como al organismo oficial.
“Vine al campo del señor Guillermo Scarafia a comprar hacienda por medio de un comisionista que me trajo. Yo soy de General San Martín, Chaco, e iba a comprar en un campo entre Metán y Rosario de la Frontera, en Salta. Compré 130 animales y me entró documentación que resultó estar adulterada”, contó a Bichos de Campo Cristian Samite.
El ganadero había adquirido 130 vacunos entre los que había 48 vacas, 32 terneros al pie, un toro, tres novillos y 42 terneros grandes, que registraron un peso total de 26.000 kilos. La suma abonada fue de 4.537.350 pesos, que Samite decidió pagar en efectivo en el campo de Scarafia, con los peones y camioneros presentes como testigos del negocio.
Este es el video grabado por el productor el día de la venta:
Una vez pesada, toda la hacienda fue cargada y el martes 8 de diciembre, por la tarde, comenzó su viaje rumbo a Chaco. Los problemas llegaron el miércoles 9 por la mañana, cuando los camiones fueron detenidos para ser controlados en un puesto fijo que Senasa y Gendarmería mantienen en el cruce de las rutas 34 y 81 (norte de Salta). Tras constatar el documento de tránsito electrónico (DTE) que los conductores tenían en su poder (aquel que había sido entregada por Scarafia luego de la transacción), el personal constató que era falso.
El papel había sido emitido con vencimiento en 2020, e indicaba que los animales venían de Nueva Esperanza, en Santiago del Estero, y que se dirigían hacia un frigorífico en Palpalá, Jujuy. Pero el dato llamativo es que si bien el productor afirmó que los animales se dirigían a Chaco, el camión estaba, según las autoridades, a más de 350 kilómetros de la ruta correcta. Por otro lado, junto con la información apócrifa, en el documento sí figuraban los datos correctos de la empresa de los Samite.
“Senasa hace un acta de infracción y luego una de decomiso, para que se faene la hacienda de forma urgente por una cuestión de sanidad animal. Los animales podrían estar enfermos porque no se sabe de dónde salieron. Ellos no reconocieron propietarios de la hacienda, aún cuando yo figuraba como comprador. Tenía caravana y marca, podrían haber constatado quién es el dueño real”, dijo el productor.
Acta de constatación:
Y mientras la hacienda fue trasladada por Senasa al frigorífico Bermejo en Salta, para su faena, Samite intentó localizar a Scarafia, pero no obtuvo respuesta. “Yo tengo todos los llamados que hice con él, tengo su ubicación y la de su hijo por los camiones”, explicó.
“Los camiones tienen ubicación satelital para saber su recorrido y tienen la ubicación de ese día cuando se cargó la hacienda. Eso lo puedo probar, pero todo es muy lento, nadie nos da pelota”, afirmó Samite.
Pero lo cierto es que , aún con esa información, será difícil para la justicia determinar el paradero del dinero, ya que ninguna de las partes firmó un remito que dé cuenta de la cifra acusada.
Acta de barrera:
Tras preguntarle la razón de esa falta de documentación en una venta de esta magnitud, Samite respondió a este medio que este tipo de operaciones “se hacen normalmente en el medio del campo, donde no hay señal” por lo que “las facturaciones se hacen después”.
En paralelo, Bichos de Campo consultó a las autoridades del Centro Regional NOA Norte de Senasa, que comprende a las provincias de Salta y de Jujuy, para conocer el protocolo que se debe llevar adelante en situaciones como las ocurridas.
“Quién detiene es el área de barrera y frontera; cuando se detecta en sistema el vencimiento del DTE, automáticamente se inician las constataciones y se comunica al área de sanidad animal, y se determina que, al no conocerse el origen de los animales, sanitariamente representan un riesgo. Se aplican normas de Senasa que refieren a la sanidad animal y también a la salud pública”, explicó Jorge Cabral, veterinario y sirector del Centro Regional NOA Norte.
A partir de ese momento todos los animales son trasladados al frigorífico más cercano, que esté atendido por personal de tránsito federal de Senasa, y se determina la faena de los mismos. “Esa carne se puede rematar al mejor postor. Al remate entran generalmente los que están cerca, incluso a veces entra el mismo frigorífico que faena. Lo recaudado va al tesoro nacional para las finanzas del Estado. La otra cosa que se hace, dependiendo del momento y la situación, es una donación. La decisión se toma una vez faenados los animales”, indicó Cabral.
Cabe aclarar que por más que el ente sanitario declare una “situación sanitaria de riesgo”, eso no implica que la faena se realizará de forma inmediata ya que, según aseguró el director, una vez que la hacienda entra al frigorífico no sale de él y no hay riesgo, por lo tanto, de circulación de alguna enfermedad por fuera de las instalaciones.
“Nosotros buscamos el lugar más cercano, donde tenemos profesionales nuestros para evitar suspicacias. En este caso, el frigorífico al que se mandó la hacienda era uno que estaba trabajando casi a tope con su faena y sus cámaras. A medida que hay espacio, se faenan nuevos animales”, aclaró Cabral.
¿Y cómo sigue el caso? Respecto a la documentación falsificada, desde Senasa indicaron que se iniciará una investigación para saber cómo se creó ese documento y cómo llegó a estar en circulación, además de la razón por la que los datos verdaderos de Samite figuraban en él.
Además, se pondrá en marcha el expediente que cuenta con las fotos de las caravanas de los 130 animales, junto a sus marcas, para determinar de qué provincia provienen, y conocer a su dueño original.
En cuanto a la estafa comercial, Samite aseguró que ya se ha puesto en contacto con abogados y que permanecerá en la localidad de Metán hasta tener nueva información del desarrollo de la causa.
Imagen de portada: El Tribuno