“Soy ‘Don Hilario’ (47), nací y vivo en Alcira Gigena y toco muchos instrumentos, pero muchos…”. Así se presenta Hilario Baggini, músico, cantautor que toca unos 100 instrumentos, productor y ambientalista cordobés, quien llegó a triunfar en Italia. Pero al cabo de 17 años en Europa decidió regresar a su pago natal para que sus hijos se criaran como él, cerca de sus afectos familiares.
Fundó La Banda Agraria, creando instrumentos a partir de reciclar la chatarra de los campos -al punto que se los llegó a llamar “Los ‘Les Luthiers’ del sur cordobés”-. También “tocan” los instrumentos tradicionales que nos llegaron de mano de los inmigrantes. Define su estilo como “Música Ancestral Gigeniana”. Luego, creó y produjo las Caminatas Musicales. De ahí nació el movimiento ambientalista “Cachetada a los Mugrientos”.
Su padre fue rematador de hacienda y aún conserva su colección de 650 mates. Hilario lleva en el alma los recuerdos de las carneadas con sus abuelos, la música y la danza. Bailó folklore durante 10 años y a los 13 comenzó a ejecutar instrumentos andinos de modo autodidacta. Después estudió música en “La Colmena”, en Córdoba capital, flauta traversa junto a Juan Herrera y guitarra con Osvaldo Brizuela. Integró el grupo “Huauckepura”, con el que viajó a Francia e Italia en 1993 y en el ‘94 ganó el Pre-Cosquín. “Ganamos haciendo música andina sin conocer Los Andes”, recuerda. En 1999 viajó a Italia para formar parte del grupo latinoamericano “Caimán”, con el que realizó unos 180 conciertos por año.
En 2004 decidió regresar a sus orígenes musicales para formar el grupo “Del Barrio” allí en Italia, junto al pianista marplatense Andrés Langer. Grabaron y vendieron 20.000 discos: “Viaggio in Argentina”, “Argentino soy”, “Del Barrio in compagnia”, más los DVD “10 Anni di Del Barrio” y “El Diablito”. En este último grabó sus propias composiciones junto a grandes artistas como Javier Girotto, Massimo Mercelli, Elisa y Ridolfi y otros. Viajó a Rusia, Alemania, España, Eslovenia, Suiza y Argentina presentando 10 espectáculos diferentes, entre ellos un arreglo original de la Misa Criolla. Tocó para Maradona, Umberto Eco, Enrico Vanzini. En 2015 realizó una gira con Antonella Ruggiero y en 2016, junto a Gianluca Grignani, grabó el corte principal con Sony Europa para sus 20 años de carrera.
En 2016, Baggini decidió regresar a la Argentina y tuvo que “empezar de cero”, dice. Nació “La Banda Agraria”, hoy conformada por músicos de once pueblos y ciudades como Alcira Gigena, Adelia María, Alpa Corral, Berrotarán, Coronel Baigorria, Del Campillo, General Cabrera y Río Cuarto. La temática de su repertorio apunta a “la inclusión, a la educación, al cuidado del medio ambiente y a rescatar vivencias y costumbres de los inmigrantes, del gaucho, de los originarios Comechingones”.
Comenta con cierto dolor: “Es muy difícil empezar de cero para armar un grupo de artistas en medio de una cultura que no considera como ‘trabajador’ a quien hace música. Lo nuestro consiste en defender a la música como un trabajo y que no sólo se puede vivir tocando en festivales o dando clases”, sostiene Hilario.
“Un día en el campo, me puse a golpear la trompa del tractor y dije: ¡Qué bien suena!, después seguí con bidones, marcas de ganado, huesos de caballo, herraduras, panderetas grandes hechas con los comederos de chanchos y con latas de arvejas, el tom de la batería, realizado con el flotante de un bebedero de animales, un ‘chancletofano’, especie de saxo, una pala y demás. Acompañados de clásicos como el violín, acordeón, tompeta, flauta y saxo.”.
Sus letras hablan de nuestra identidad campesina, como la carneada, la yerra, el choco, personajes que marcaron la cultura gaucha de nuestro pueblo como Don Félix Agapito de San Ramón Guevara, Don Simón Urquiza, Doña Pita Arias y tantos otros, una milonga, y una tarantela interpretada por dos bailarines que representan una historia de amor entre la Luz Mala y el Chupacabras. Otros, el Tacaño, las Curanderas. “Expresamos lo que respiramos día a día en estas tierras gigenianas”, dice.
“También en 2016, defendiendo mi producto regional, me vino la idea del proyecto de ‘Respirando alrededores – Caminatas Musicales’, por lo que empecé a generar mis propios escenarios donde tocar lo que quería, donde quería y para quien quería: la perfección de la felicidad. Servimos comida, porque además me encanta cocinar. Y como en estas caminatas fuimos encontrando una enormidad de basura, así nació el movimiento y la cumbia ‘Una cachetada a los mugrientos’”.
“Hoy seguimos haciendo caminatas musicales, mientras vamos limpiando la basura de las calles. Ya juntamos 10 camiones de basura. Filmamos todo, sacamos fotos, usamos alta tecnología de sonido para hacer música, pero la mimetizamos con el paisaje, para no alterar la vista natural. Son recorridos por distintos paisajes que ofrece la naturaleza autóctona de la provincia, y que muchas veces queda relegada. Viene gente de todos lados, ya realizamos 18 ediciones y pasaron 2500 personas. La idea es ir recorriendo y mostrando los lugares bonitos de acá.”, explica Baggini.
Pero no sólo su compromiso social se concreta de ese modo. “Defendiendo una escuelita rural de Espinillo, me fui a la televisión con las maestras. Dimos un recital a ingenieros agrónomos y les dijimos que tienen una gran responsabilidad en qué hacer con los bidones. Defendemos los productos regionales. Aprovecho mi arte para ayudar a todos los que puedo. Vamos a las cárceles. Tratamos de educar a los adultos a través de los niños”, enfatiza Hilario.
Entre los eventos más importantes realizados por La Banda Agraria se destacan: El evento apertura de la Sociedad de Rio Cuarto, varios eventos para el Ministerio de Agricultura y Ganadería, como el Congreso Internacional de Porcicultura, eventos para ACA, en La Pampa y Huanguelén, para la Fiesta de los Ingenieros Agrónomos y tantos otros. Desde el año 2019 Baggini forma parte del team Knutst Zentrum Besondere Menschen en Ingolstadt de Alemania, trabajando por primera vez con niños, con capacidades diferentes.
“No me arrepiento nunca de haber vuelto a Gigena, de respirar los olores, en medio de los cuales me crié. Y sobre todo, de darles una oportunidad a mis hijos de disfrutar de sus abuelos, sus tíos y primos. Hay mucho por hacer, para educar, para mostrar al mundo quiénes somos. Pero al ser un trabajo independiente, no es fácil”.
“Usté venga pa’ Gigena que aquí lo vamo’ a curar”, cantan, invitándonos a todos. Y la verdad es que la gente regresa a sus casas con el alma renovada y con ganas de cambiar el mundo. “Lo tuyo sana y educa”, le dijo a Don Hilario una persona, al final de un espectáculo, y eso no tiene precio para este músico e incansable soñador.
Don Hilario se despidió de nosotros dedicándonos la cumbia “Chachetada a los mugrientos”, en la que la voz de Doña Jovita aparece reforzando la acusación.