No puede decirse que Julián Domínguez, el nuevo ministro de Agricultura, no asuma riesgos en esta alocada carrera por mostrar que el nuevo Gabinete tendrá una consideración diferente del sector agropecuario: el fin de semana el funcionario se instaló por varias horas en La Pampa y participó de la exposición rural de Santa Rosa, que es sumamente ganadera.
Alguno podría haberle disparado munición gruesa, pero el nuevo ministro por ahora conserva el crédito de los recién llegados a la discusión: el sector desconfía de él, pero en definitiva ha mostrado por ahora su voluntad de querer destrabar el cerrojo contra las exportaciones de carne vacuna.
Entonces Domínguez no tuvo mayores sobresaltos en su paso por la exposición rural pampeana, en la que fue acompañado por el gobernador local Sergio Ziliotto. “Argentina tiene un gran desafío: aumentar la producción de carne y en eso debemos seguir trabajando gobierno y sector, para alcanzar ese objetivo común”, destacó ese mandatario, resumiendo lo que el nuevo ministro de Agricultura viene sosteniendo.
En este derrotero de acercamiento, el gobierno difundió incluso una fotografía de Domínguez con el presidente de Carbap, Horacio Salaverri. Sabido es que esa entidad -que agrupa fundamentalmente a productores ganaderos de Buenos Aires y La Pampa- es una de las más duras de las que integran CRA, y desde donde suelen surgir anticipadamente los reclamos a la Mesa de Enlace para concretar medidas de fuerza.
La situación obligó a la conducción de Carbap a emitir un comunicado de prensa para aclarar que el ruralista había realizado fuertes reclamos durante el acto de inauguración oficial de la 95° Exposición Agrícola Ganadera de Santa Rosa. “En los discursos del presidente de la Asociación Agrícola Ganadera de La Pampa y de Carbap, Marcelo Rodríguez y Horacio Salaverri respectivamente, se expresaron fuerte reclamos en torno a las restricciones a las exportaciones de carne”, se aclaró.
El presidente de Carbap, en rigor, criticó la posición de Domínguez de fijar un saldo exportable de solo 24% para el negocio de la carne vacuna, que es una idea instalada por Domínguez. “Considerar tener un 24% de cuota de exportación de carne, como expreso el ministro, es tener siempre a mano restricciones y volver a interferir en los mercados. Eso desalienta cualquier inversión”, remarcó el dirigente.
Salaverri también criticó otro concepto de Domínguez: “No se logra entender si la expresión de declarar ‘bien cultural’ a la carne es un tema semántico o tiene otro sentido como el de seguir interviniendo con restricciones y cuotas”.
También los sectores de productores autoconvocados que convocaron al exitoso acto de San Nicolás el 9 de Julio pasado, criticaron con crudeza en un comunicado el nuevo latiguillo de Domínguez, respecto de que carne, trigo y maíz serán considerados “bienes culturales” y por lo tanto sujetos a controles en materia de exportación.
“Hace unos días el señor Ministro de Agricultura declaró que la producción agropecuaria es una parte indisoluble de nuestra identidad nacional. El trigo, el maíz y la carne son considerados bienes culturales argentinos y están en el
centro de nuestras tradiciones”, inicia el comunicado de la Asociación Argentina de Productores Autoconvocados.
Y continúa, con obvia ironía: “¿Nos preguntamos qué colega puede estar en desacuerdo con esta definición? ¡Ninguno, señor ministro. Pero no nos tome por ingenuos, deje de usar eufemismos para encubrir la mayor confiscación de la historia a un sector productivo”, reclamaron.
“El Gobierno del que usted forma parte actúa como nuestro enemigo más acérrimo, lejos está de velar por nosotros, protegernos o ponernos a salvo, poco les interesan las generaciones futuras. Usted se dice un hombre de campo y aquí estamos escribiendo a calzón quitao, no le mienta a la gente, no trate de desinformar”, le reclamaron desde este sector a Domínguez.