Los anuncios oficiales respecto del nuevo tipo de cambio para las importaciones y exportaciones, además de la fuerte suba del Impuesto PAIS a la mercadería importada, generaron más ruido y sobre todo incertidumbre en el mercado de los insumos agrícolas.
Diego Napolitano es directivo de Cedasaba, la Cámara de Distribuidores de Agroquímicos y Afines de Buenos Aires, y explicó la paralización que raíz de esas cuestiones sufre el mercado. “Lo que nos está pasando es que hoy no tenemos precio. Lisa y llanamente no hay precio”, indicó.
“Las empresas insumeras que está haciendo alguna que otra operación, la hacen básicamente por una necesidad de flujo de dinero, si se quiere. Este mes es complejo, se necesita plata para pagar sueldos, aguinaldos, etcétera, pero te diría que las grandes empresas, empezando por las multinacionales y después siguiendo por las medianas empresas, no están dando precio”, agregó.
Según Napolitano, hay muchas dudas todavía respecto de la implementación en la cadena del impuesto PAIS, que según los anuncios pasaría del 7,5% al 17,5% para las importaciones. La cuestión es que las empresas no tienen en claro todavía si se aplicará sobre los insumos agropecuarios que llegan del extranjero, y que suman varios miles de millones de dólares, especialmente en agroquímicos y fertilizantes.
“El ministro (de Economía Luis Caputo) dijo que la cadena agropecuaria era la que quedaba exenta del impuesto PAIS. Pero ya nos pasó en la aplicación del gobierno anterior, cuando creíamos que no nos afectaba y nos tocó la aplicación. Nadie lo tiene en claro”, indicó el directivo de Cedasaba.
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Además de estos problemas, el distribuidor dijo que en caso de que se aplique la alícuota efectiva que se aplicaría en el precio que finalmente pagan los productores podría ser de hasta 21%.
“¿Por qué te digo hasta 21%? Porque tiene trampas en su pago. Parte se paga cuando llega la mercadería, parte se paga cuando se vence la factura, y en esos 180 días en Argentina puede pasar cualquier cosa”, explicó Napolitano.
Añadió Diego que este tipo de medidas ensucian el comercio de los productos necesarios para la siembra de granos y también de pasturas, ya que la medida tiene un fin netamente recaudatorio que paraliza la rueda del mercado.
Otro dato a tener en cuenta tiene que ver con el ritmo de ingreso de mercadería. Según las promesas de campaña se iba a liberar el comercio internacional con el nuevo gobierno. Peor la realidad parece ser otra.
“No tendremos un aluvión de importaciones porque primero hay que pagar el aluvión de deudas que las empresas entiendo querrán resolver”. Pero aun si se pudiera trabajar con total libertad y disponibilidad de las divisas necesarias¨, “imagínate que un barco tarda 35 días en llegar de China a Argentina, o sea que si se cierra hoy el negocio llega para fines de enero. Luego hay que nacionalizar el producto, formularlo, etcétera, Así que nosotros recién lo vamos a disponer en marzo”, explicó.
Además falta entender bien la letra chica de cómo va a funcionar todo el sistema en esta nueva era política. “Por ejemplo, si al importador le dan un bono que luego debe cambiar en el mercado por dólares para pagar insumos, ¿estará dispuesto a perder esa plata?”
“No es tan sencilla la situación. No está claro el panorama. Por esto, también, el mercado está sin precio, está parado, y viste, cuando uno se siente amenazado, no tiene una guía, lo primero que hace es ser conservador, ir paso a paso”, finalizó.