El trigo vuelve a ser protagonista. Desde el sector hay una apuesta para reconquistar mercados que se perdieron en la última década. En la última campaña 2016/17 la cosecha del cereal marcó un récord de 18 millones de toneladas. Todo muy lindo. Pero ahora hay que salir a venderlo afuera, para no abarrotar al mercado interno y derrumbar los precios.
“Estamos tratando de desafiar el mito de las 20 millones de toneladas de trigo, para evitar ese dicho de que, si llegamos a ese número en Argentina, terminaremos con un trigo de $2,50. Este año la exportación hizo un gran trabajo”, expresó Diego Cifarelli, presidente de la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM), en Bichos de Campo.
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Al analizar la repartija del mercado, Cifarelli explicó que “la molinería se llevó 6 millones de toneladas entre exportación y mercado interno de las 18 que tuvimos la campaña 2016/17, y hubo que salir a colocar 12 millones de toneladas, lo cual se pudo hacer. En cuanto a harina de trigo, volvimos, luego de 4 años, al club de los 5 principales exportadores, lo que significa que pudimos colocar 1 millón de toneladas de harina. Pensemos que es un mercado chico, de solo 16 millones a nivel mundial. Y esto es lógico, dado que los países desarrollados quieren la materia prima, agregando ellos mismos el valor. Por eso debemos ir a países deficitarios con una buena estrategia público- privada”.
En este sentido, Cifarelli comentó que “haber trabajado con la Subsecretaría de Mercados Internacionales, pudimos lograr buenos resultados con molinos porque se nos permitió participación. Pero también consideremos que aumentó mucho la capacidad ociosa de la molinería, que hoy está en el 50%, pudiendo procesar unas 40.000 toneladas por día. Yo creo que de esta dicotomía se sale con un ordenamiento empresario, porque no pueden subsistir 170 empresas cuando históricamente eran 80”.