Los ejes de trabajo que actualmente hacen que un tambo sea un modelo a imitar son el cuidado del bienestar animal, el aumento de la producción de forraje por hectárea, la eficiencia en la producción de leche por vaca y el cuidado del ambiente con el tratamiento de efluentes. Lo subrayó un informe del gobierno de Córdoba, que elogió a la familia Giraudo y su tambo Mharnes, cercano a la ciudad de Villa María, por cumplir todos esos requisitos.
La robotización es otro de los ejes clave de mejora de procesos en el establecimiento lechero de los Giraudo, dado que en su plan final de reestructuración pretenden tener tres galpones de compost que alojarán cerca de 1.000 vacas y en uno de esos galpones van a colocar cuatro robots de ordeñe.
Hace poco, el ministro de Agricultura provincial, Sergio Busso, recorrió las instalaciones junto a otros funcionarios y aseguró: “Ellos forman parte de la lechería que necesitamos en nuestra provincia y nuestro país”.
En el tambo Mharnes se caracterizan por trabajar en procesos integrados y el objetivo final es potenciar la eficiencia a través del confort del rodeo. Los propietarios del establecimiento aseguraron a Busso que “el bienestar animal es un eje central de este proyecto porque es lo que asegura la eficiencia de los procesos”.
#grupomharnes #tambo #tambomodelo #villamaria pic.twitter.com/rMjtu4Gehm
— Grupo Mharnes (@GMharnes) February 1, 2021
Tras la visita al establecimiento de Villa María, los funcionarios resaltaron que “se trata de mano de obra local, con inversión local y que fortalece el progreso no sólo de su establecimiento sino de toda la región y por ende de la Provincia. Mharnes es el producto del esfuerzo de una familia cordobesa que reinvierte en su lugar de origen y eso hay que protegerlo, reconocerlo y estimularlo”.
Para los Giraudo, la producción primaria de leche es el eslabón fundacional de la cadena de integración comercial y el armado de su esquema productivo lo hicieron dentro de campo propio en donde unificaron las tareas de cuatro tambos que antes tenían.
En el tambo, que actualmente tiene una producción diaria de 12 mil litros de leche, tecnificaron la mayoría de los procesos vinculados a la alimentación y ordeñe de las vacas, lo que les permitió mejorar los rendimientos esperados.
El objetivo de los Giraudo es el de alcanzar los 30 mil litros diarios, incrementando el número de animales en ordeñe y pasando de 400 a 800 hectáreas en materia de producción de forraje. Otro proyecto en curso es el de convertirse en epicentro de investigación de todas las instituciones científico-tecnológicas regionales, para lo cual trabajan junto a la Universidad de Villa María y la Escuela Superior Integral de Lechería, en pos de construir un espacio de capacitación y articulación mediante el cual tanto alumnos como consumidores puedan ver a los lácteos como una opción saludable “del campo a la mesa”.
La sociedad del grupo Mharnes incluía a tres hermanos, Héctor, Norberto y Néstor, quienes ya fallecieron pero la esposa de Néstor, Martha, y sus hijos Pablo y Gabriel continuaron con el negocio. Pablo Giraudo es quien preside el grupo y hace más de tres décadas el grupo maneja una planta en la localidad cordobesa de Ana Zumarán donde producen diversas líneas de quesos que llevan la marca Duy Amis.
El sistema de producción elegido en grupo Mharnes es el israelí o de cama caliente, muy utilizado en Brasil y que está creciendo en la Argentina, el cual consiste en el armado de galpones con cama de compost donde se establecen las vacas con el objetivo de aumentar la productividad del insumo alimento y obtener una mayor cantidad de litros de leche por vaca en ordeñe.
Juan Monge es el ingeniero que lleva adelante el proyecto de los galpones de los Giraudo dado que es un conocedor de los diversos sistemas de estabulación y de hecho asesora a muchos tambos en el país. La inversión inicial requerida es considerable, así como también las diversas tareas diarias de mantenimiento y monitoreo de la cama.
En este sistema, el proceso de compostaje genera menos olores y disminuye la incidencia de moscas, lo que da un agregado de valor medioambiental y además el bosteo de los animales se puede transformar en abono mediante un proceso biológico, evitando un gran manejo de efluentes, dado que se puede obtener un fertilizante que puede ser usado en los cultivos.
Entre las debilidades que puede dar el sistema israelí o de cama caliente se podría mencionar el manejo pormenorizado de la cama para asegurar el proceso de compostaje, lo que requiere tareas diarias de oxigenado y un control frecuente de condiciones como humedad y temperatura debido a que si se hiciera un mal manejo del sistema se podrían provocar mastitis y otras enfermedades del rodeo.
Esto es impresionante.
Ahora,25 años atrás había muchos tambos familiares de 1200 o 2000 litros en 100 150 hectáreas que podían vivir bastante bien.
Teniendo un sistema productivo prolijo.
Hoy ya no existen y de haberlo hecho,no creo que pudiesen tener toda esta tecnología.
No estoy e el tema me encanta tofo lo que sea campo naci en el campo hoy mi actividad en otra petl orgullosa dd que argentinos gagan esto fantastico y mostrarlo me parece espectacular arriba laburantes gringos……