Al igual que varios años atrás, cuando Guillermo Moreno manejaba los destinos de las exportaciones de carne vacuna, el gobierno volvió a bajar de los buques y detener en los puertos carne vacuna que estaba lista para ser despachada a los mercados internacionales y que tenía permisos aprobados con anterioridad al cierre de las exportaciones decidido a fines de mayo por el presidente Alberto Fernández. Esa carne, dicho sea de paso, era esperada por los clientes en destino.
Tal como anticipó Bichos de Campo, la denuncia la hizo primero el sindicalista Alberto Fantini en la reunión que tuvieron los actores de la cadena cárnica con el ministrio Matías Kulfas y el titular de la ex ONCCA, Luciano Zarich, el viernes por la tarde. La situación irregular fue ratificada ahora por Daniel Urcía, el presidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales de la Argentina (FIFRA), que representa plantas de faena de Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos.
“El decreto 408 ocasiona una serie de gastos, porque va a haber que desarmar contenedores debido a la exclusión que se hizo de algunos cortes que tenían permisos aprobados anteriores al cese (de exportaciones) y que ahora hay que bajarlos del contenedor”, señaló el directivo industrial.
Luego relató que el gobierno se mostró intransigente “más allá de que explicamos que esos cortes de asado de vaca vacío o matambre que se pretende para cacerola son de vaca tipo conserva, que se produce para China y que no es apta para la cocina argentina. (Los siete cortes) quedaron excluidos no solo parar futuros embarques, la medida es retroactiva”, enfatizó Urcía.
Escuchá el reportaje con el presidente de FIFRA:
Urcía explico con claridad que, a partir de esta decisión oficial, hay contenedores de carne en los puertos o en depósitos fiscales a los que ahora hay que “bajarlos y desarmarlos” porque contienen cortes que ahora está prohibido exportar. Esos siete cortes son asado, tapa de asado, vacío, matambre, cuadrada, falda y paleta. Pero también se prohibió enviar al extranjero medias reses o cuartos con hueso.
“Anoche tuvimos una reunión con funcionarios del ministerio de Desarrollo Productivo y nos dijeron que la decisión del gobierno no hay posibilidad de revisarla”, lamentó Urcía.
El titular de FIFRA dijo que esta actitud intransigente produce daños económicos, incrementa los costos e imposibilita a las empresas aportar cortes a precios subsidiados al mercado interno. “Todo el valor agregado de producir ese contenedor que ahora hay que desarmar es tirado a la basura, es costo para la empresa, para el titular de la carne, es algo absolutamente improductivo. Pero lo planteamos y nos encontramos con un frontón”, agrego el dirigente empresario.
Luego indicó que genera una fuerte preocupación que las políticas oficiales terminan atacando a los sectores que generan riqueza y trabajo. “Esta es una cadena donde se genera valor agregado y trabajo que evita el éxodo a las ciudades. Somos reconocidos en el mundo por nuestra producción y teniendo la posibilidad de crecer y agregar valor, esto es como pegarse un tiro en el pie, da mucha bronca y provoca desanimo en los actores que deben seguir tirando de la actividad”.
En cuanto al volumen de carne que debería ser revisada y desarmada, el gremialista Fanitini dijo en la reunión que sumarían unas 7 mil toneladas, pero el cálculo de Urcía es muy superior: “Se habla de entre 15 y 20 mil toneladas que están en ese contexto, veremos…”
“Pero por la respuesta de anoche no hay solución, cada empresa decidirá qué hacer. Algunas ya dijeron que entre 3 o 4 semanas hay que parar porque seguir produciendo sin poder salir (a los mercados internacionales) genera un cuello de botella. Por eso Fantini manifestó su preocupación. Acá no hay intenciones de ningún empresario de afectar al trabajador, pero el Estado te empuja a reconfigurar tu estructura en función de lo que te dejan hacer”, explicó el industrial.
La respuesta que dieron los políticos a la situación de los trabajadores es más de los mismo: subsidios: “Los funcionarios dijeron que le van a encontrar una salida al trabajador, será algún subsidio, lo que implica precarizar el trabajo. Tenés una actividad que puede pagar genuinamente a sus trabajadores y la alternativa es esa. La verdad que salí muy preocupado porque uno no pierde la esperanza de construir un país mejor”, manifestó el dirigente empresario.
Lo único que nos faltaba era volver a la Gran Moreno: Pero sí… Están bajando la carne de los barcos
A Urcía le consultamos también por el Plan Ganadero que el gobierno pretende tener definido en un plazo de menos de 30 días. Pero también se mostró escéptico. “Discutir un plan ganadero con restricciones (a las exportaciones) es empezar marcha atrás. De todos modos vamos a aportar y a plantear consideraciones como la generación de estímulos y fomento a la ganadería de mediano, largo plazo y también de corto plazo, porque si hoy no mejorás el nivel de encierre de los corrales no va a haber hacienda para la faena a fin de año. El engorde está en reconfiguración, se necesitan créditos blandos para la compra de animales o alimento. Es la única forma de lograr que los corrales se llenen”.
Luego agrego que además “planteamos mejorar las condiciones impositivas de faena sobre la tenencia de animales, la reducción de IVA al servicio de faena, el régimen simplificado para el carnicero”.
“Son temas que desde hace años venimos sosteniendo y que se los hemos presentado. Ahora vamos a insistir y esperemos tener cabida y que sea todo inmediato, porque si la constitución de esta comisión es para pasar los 30 días y no hacer nada, serán solo más dilaciones”.