El equipo de De Raíz visitó el jardín de la ingeniera agrónoma María José Silveyra. Es espectacular porque tiene todo lo que una jardín necesita. Un sector de frutales, una pradera de primavera, una especie de laboratorio exterior donde se hace la producción de semillas para abastecer a otros diferentes jardines y a los paisajistas, y tiene sus canteros estrellas donde prueba combinaciones perennes, herbáceas, anuales y demás.
Desde la galería de su casa, ubicada en Victoria, se aprecian diferentes sectores y como broche de oro, armó en plena pandemia, un rincón fogonero ideal para encontrarse y reencontrarse. Mira la recorrida en este video:
En esta visita aprendimos que flores y niños pueden convivir perfectamente, no solo por el trabajo que dan ambos, los hijos y las plantas, sino porque a pesar de las pelotas rodando todos fueron parte del jardín, y supieron aprovecharlo en cada etapa. Ahora ya son todos adolescentes y más cuidadosos. La familia de María José consta de un marido y siete hijos (seis varones, una mujer) y muchas pelotas.
Cómo si todo eso fuera poco Josi elige cultivar anuales, que como remarca en la nota, “dan trabajo, si bien son la frutilla del postre. Si tenes anuales en el jardín, sabé que vas a tener que trabajar”, afirma.
En su libro Sol de Agosto Josi explica: “Como jardinera o ingeniera agrónoma que soy -y no paisajista-, las cosas se fueron dando; fui haciendo camino al andar, a pura prueba y error: nada fue muy planeado, ni mucho menos diseñado. ¡Nunca pude trazar una línea recta! Se ve que tengo más mano para la pala que para el lápiz. Pero energía y creatividad creo que no me faltan, así que además de canteros, fui armando rincones con bancos, piedras, macetas y hasta tarros de pintura, brocha y pincel”.
Invierno-primavera-verano-otoño: Gracias a esta charla con María José nos llevamos un concepto muy lindo. En este jardín se trabaja cada una de las estaciones planificando y pensando las próximas, siempre con el foco puesto en la foto, y ese concepto es para destacar. Como si fuese un cuadro de Monet en el que cada pincelada es disfrutada, pensada para los ojos de otros, es así como logra que en cada una de las cuatro estaciones disfrutemos de diferentes obras de arte en su propio jardín.
Josi nos regala muchas secretos que podes ir descubriendo a lo largo de estas páginas.