Florence abrió las puertas de su jardín sustentable, en el que se destaca una biopiscina. Este espacio es un claro reflejo de su estilo de vida, con un diseño que combina elementos naturales y sostenibles. A continuación, se cuentan todos los secretos, aciertos y errores que Florence descubrió al planificar su propio jardín.
Ubicada en Escobar, en el Barrio de la Música, Florence es orfebre de profesión y tiene una gran pasión por la jardinería. Al llegar a su casa, lo primero que sorprende es el tamaño de su huerta. Sin embargo, lo que realmente cautiva es la biopiscina, que no solo ocupa un lugar central en el jardín, sino que también está perfectamente integrada y lograda.
Florence comenzó a diseñar su jardín hace apenas cuatro años, aprendiendo mediante prueba y error. “Mi sueño siempre fue tener una huerta grande de la cual pudiéramos alimentarnos. Con la huerta entendí los tiempos y los ciclos de la madre tierra”, cuenta.
Su objetivo fue crear un espacio sustentable que reflejara su estilo de vida, y en ese proceso descubrió la importancia de contar con una biopiscina, un sistema natural que utiliza plantas y microorganismos para mantener el agua limpia y saludable.
En un video exclusivo para De Raíz, Florence comparte todos los secretos de la creación de su biopiscina, revelando tanto los aciertos como los errores que cometió en el proceso.
Mirá esa entrevista:
Si alguien está pensando en construir su propia biopiscina, es importante saber que se trata de un sistema natural que utiliza plantas y microorganismos para mantener el agua limpia y saludable. El primer paso es la planificación y el diseño, donde se debe definir el objetivo de la biopiscina: si será un espacio para divertirse, relajarse o aprender. También es fundamental evaluar el lugar, teniendo en cuenta la ubicación, el clima y la disponibilidad de agua. Con esta información, se puede diseñar la biopiscina, planificando bien las zonas de natación, las áreas de filtración y las que estarán dedicadas a las plantas.
El mantenimiento de la biopiscina es clave para su buen funcionamiento. Se debe realizar un monitoreo regular del pH y la calidad del agua, y asegurarse de limpiar tanto las plantas como el sistema de filtración. Además, cuando sea necesario, se deben hacer ajustes en el sistema para garantizar su eficiencia. Es importante recordar que tanto la construcción como el mantenimiento de una biopiscina requieren ciertos conocimientos, por lo que siempre es recomendable consultar con un experto.
En cuanto a los materiales, para las paredes y el fondo de la biopiscina se pueden utilizar materiales como concreto, piedra, ladrillo o liner de PVC, e incluso es posible reutilizar una piscina tradicional. El sistema de filtración debe incluir elementos como grava, arena, carbón activado y plantas. También se necesitan bombas, tuberías y válvulas para la circulación del agua, y no puede faltar la iluminación, que puede ser solar o eléctrica para darle un toque especial al espacio.
Finalmente, la construcción y montaje de la biopiscina comienza con la excavación y preparación del terreno, seguida por la edificación del fondo y las paredes. Luego se debe instalar el sistema de filtración, colocando la grava, la arena y las plantas. También se deben colocar las bombas y las tuberías para asegurar una circulación adecuada del agua, y terminar con la plantación de las especies acuáticas y terrestres que completarán el ecosistema de la biopiscina.
Entre las plantas ideales para la zona acuática se encuentran los lirios, nenúfares, helechos de agua, lotos, repollitos, acorus, anacharis y cabomba. Para la parte terrestre, los juncos y las gramíneas son opciones excelentes. También es recomendable incorporar plantas de raíz profunda para ayudar en el proceso de filtración.
Es clave tener en cuenta que la elección de las plantas dependerá del clima y las condiciones específicas de cada biopiscina. Por eso, lo mejor es asesorarse adecuadamente.