El verano llegó y las altas temperaturas se sienten. En esta época, las tareas del jardín y la huerta toman otro ritmo, y los riegos se vuelven aún más esenciales. Sin embargo, es crucial tener especial cuidado con los riegos en los días más calurosos. Regar las plantas cuando están expuestas al sol puede ser contraproducente: además de perder agua por evaporación, las plantas pueden sufrir quemaduras en las hojas y la aparición de hongos.
De Raíz consultó a la ingeniera agrónoma Mary Joe Gardener, quien explica cómo, cuándo y cuánto regar para mantener las plantas hidratadas durante los días más calurosos del año.
En una reciente nota, se mostró el jardín de Mary, destacando su cuidado y la diversidad de plantas que lo componen. En el recorrido quedaron en evidencia las técnicas de jardinería que Mary utiliza para mantener sus plantas saludables y resistentes. En un video que compartió en sus redes, explica estos consejos de riego con claridad.
Mirá la recorrida:
Mery comienza señalando que, cuando las temperaturas suben, lo urgente es regar e hidratar para evitar que las plantas se deshidraten. En el césped, se recomienda el riego por aspersión, que simula la lluvia mediante tuberías y aspersores. Es importante evitar regar las flores con lluvia, ya que esto puede generar efectos negativos, como el vuelco de las flores, el efecto lupa del agua en las hojas, lo que puede quemarlas, o la aparición de hongos.
Para los canteros, el riego por goteo es lo más recomendable, aunque si es posible, el riego manual es preferible. Con la manguera, se sugiere regar por la mañana, enroscando la manguera por la base y dejándola durante unos 20 minutos antes de moverla. De esta forma, las plantas reciben agua desde las raíces, no solo en la superficie. Los riegos profundos son clave, ya que permiten que las raíces se desarrollen adecuadamente y que las plantas se mantengan firmes.
El mejor momento para regar es temprano en la mañana, antes del amanecer, por varias razones: la evaporación es menor, las plantas tienen más tiempo para absorber el agua y se evita atraer hongos y plagas, algo que puede ocurrir al regar por la noche.
Mery no recomienda regar siguiendo un calendario fijo de días por semana. En cambio, sugiere observar si la tierra aún está húmeda. Si es así, no es necesario regar. Además, Mery aconseja podar algunas hojas de plantas frondosas, como las Anemona, para reducir la transpiración y evitar la deshidratación.
Si no es posible regar por la mañana, también se puede hacer al atardecer, cuando el sol comienza a bajar. Aunque no es ideal como en la mañana, sigue siendo mejor que hacerlo al mediodía o por la noche. Es fundamental evitar mojar las hojas para prevenir la aparición de hongos.
Entre los errores comunes al regar las plantas en verano se encuentran: Regar al mediodía, cuando el sol está más fuerte. Las gotas de agua pueden actuar como lupas y quemar las hojas; Regar en exceso. Un riego profundo y menos frecuente es más efectivo que regar cada poco tiempo;
No conocer las necesidades de cada planta. Algunas especies requieren más agua que otras, por lo que es importante adaptarse a las necesidades específicas de cada una.
Otros consejos para un buen riego de verano son, utilizar agua a temperatura ambiente para evitar un shock a las raíces, comprobar la humedad del suelo insertando un dedo o un palito y usar mulch, como hojas secas o pasto, alrededor de las plantas para conservar la humedad por más tiempo.