No hay dudas de que si hay una maestra indiscutida en el rubro del paisajismo, esa es Clara Billoch. En varias de las notas que hizo el equipo de De Raíz a diferentes paisajistas siempre la nombran como una gran referente. Y no es casualidad que así sea; después de visitar su jardín y charlar con ella se entiende bien el por qué.
Clara Billoch empezó como muchos, sin pensar que podía vivir de esto que ahora hace, pero ocurrió. Y si bien la arquitectura estaba muy presente en su familia, ella se decidió por la jardinería. Estudio en la Escuela Hall -ya que en ese momento no existían las carrera de grado como ahora-, y ese fue el puntapié para empezar. A partir de ahí se puso a trabajar y a hacer jardines, siempre con mucha dedicación, pasión y compromiso. Y cuando fue mamá decidió dar clases de jardinería en su propia casa.
Clara se hizo más conocida cuando Lucia Cané, directora de Revista Jardín, le propuso escribir un Suplemento para principiantes en cuatro fascículos. El éxito de este producto fue tal que terminaron siendo diez años de relación con ese medio. Cuando le preguntamos a Clara por qué cree que fue tan exitoso, ella nos dijo: “Cuando das clases necesitas que el alumno te entienda, si queres que aprenda, y siempre encontrar el camino para que la explicación sea clara. Seguramente, eso fue lo que hizo que el lector tenga tanto interés en los artículos”.
En esta entrevista cuenta sus primeros pasos en la jardinería:
Para los que no la conocen, Clara escribió varios libros que son claves para los que están iniciando y dando sus primeros pasos: Un año en el jardín; Frutales y Cocina; Huerta y Cocina; y su último Canteros, en el que detalla paso a paso cómo lograr un cantero repleto de flores.
En esta nota muestra cada rincón de su jardín:
Durante la charla se escuchan miles de frases claves que nos dejan pensando y ahorran años de prueba y error. Debe ser por eso que sus clases y talleres son un éxito rotundo. Además trabaja como paisajista haciendo diseños en jardines privados.
“Si en una casa uno hace reformas, la limpiamos, mantenemos. Con el jardín es igual. Es dinámico”, señala la paisajista. Con esto nos da cuenta de que los espacios son cambiantes, se actualizan y el ‘vamos viendo’ para probar, mirar, hacer y rehacer es necesario para lograr lo que nos gusta y lo que buscamos”.
Otro de los secretos que nos compartió Clara es que es indispensable saber cuáles son las prioridades del jardín, entender los tiempos de las plantas, cuál es el mejor momento para hacer las cosas, para que el tiempo rinda, y para que la planta florezca lo mejor posible.
“El jardín nunca te va a defraudar, siempre va a haber algo para rescatar y asombrarse con la naturaleza que es lo más lindo que hay”. Así se despide Clara, con experiencia y pasión por lo que hace.