El norte santafesino fue otra de las grandes regiones productivas seriamente afectada por la sequía que dejó fuertes pérdidas en la última campaña y también en los rodeos ganaderos. Pero a pocas semanas de terminada la Niña, las lluvias ahora inundaron los campos causando también pérdidas de magnitud en diferentes actividades.
Un informe del INTA Reconquista indica que en las precipitaciones de los últimos días en los departamentos Vera y General Obligado fueron de 200 milímetros, con localidades como Reconquista, Malabrigo, Vera, entre otras, que acumularon entre 400 y 500 milímetros .Esto generó evacuaciones y la declaración de la emergencia hídrica en Reconquista.
“A modo de ejemplificar las intensas precipitaciones ocurridas a comienzo de 2024 en algunas zonas durante los primeros días de enero 2024, el INTA Reconquista registró un acumulado de 505 mm entre el 7 y 10 de enero. Debido a esta situación, el mes de enero 2024 es el enero más lluvioso desde que se tienen registros, superando a enero de 2019 (473mm) y a enero de 1998 (457 mm)”, indicaron los técnicos de la experimental de Reconquista.
La situación, lejos de resolverse, podría tener nuevo capítulos ya que se espera que las lluvias en el próximo trimestre sean mayores a los promedios y saturarán más a suelos que no pueden absorber agua. Faltan lugares para que la hacienda puedas descansar, para pastorear, sobre todo en campos chicos y por lo tanto aparecen “cuadros clínicos en la hacienda y de la mortandad de animales por encima de valores habituales.
“En la zona Este y de las islas, los efectos están combinados entre el exceso de precipitaciones y la crecida del río Paraná. Esta situación obligó al traslado de animales, a la compra adicional de alimentos, a hacer ventas anticipadas o extraordinarias de animales y, por otro lado, incrementó la mortandad por encima de lo normal”.
De modos increíble, en este contexto los técnicos del INTA Reconquista explicaron que en el departamento Vera persisten aun parte de los efectos de la sequía prolongada dado que no se han reestablecido las lluvias en gran medida, pero comienzan a verse por zonas, efectos del exceso de precipitaciones.
Por otra parte, en el departamento General Obligado se conjugan los efectos de la sequía prolongada que aún persisten, con la elevada concentración de hacienda por la reciente evacuación de las islas y el exceso de precipitaciones que asciende en algunas zonas a 955,3mm acumulados en los últimos 40 días.
En el departamento San Javier se conjugan los efectos de la sequía prolongada que aún persisten, con la elevada concentración de hacienda por la reciente evacuación de las islas que, al ser bajas, aun no permiten el restablecimiento de la actividad con normalidad.
“Así, se ve aun gran cantidad de animales pastoreando en banquinas, faltan sitios secos donde la hacienda pueda descansar, falta piso para el pastoreo, aumentó la aparición de cuadros clínicos en la hacienda y aumentó la mortandad de animales”
En este contexto, hay una serie de recomendaciones para llevar a cabo “un ordenamiento del rodeo y una priorización de las categorías productivas: vacas, vaquillonas de reposición y toros. Esas son las categorías a priorizar, a conservar, a preservar, a tratar de darle un tratamiento especial en medio de la crisis”.
El resto de las categorías “si no hay otra posibilidad de mantenerlas dentro del campo o en algún campo, se tienen que vender porque lo que tenemos que hacer es tratar de descargar el campo, de tener menos demanda, menos bocas que alimentar. Las bocas que alimentar, las que tenemos que mantener en buen estado reproductivo porque son las máquinas que te van a producir la próxima cosecha de terneros y terneras, son vacas, toros y vaquillonas de reposición”.
Con respecto a los problemas sanitarios que se dan debido al hacinamiento y al estrés por traslado “ hay que extremar cuidados, hay que hacer más repasos de control para tomar medidas a tiempo y evitar las consecuencias negativas de las enfermedades”. Luego, con más tiempo, recomendaron “tener previsión en la programación de reservas forrajeras y la construcción de infraestructura para lo que es cosecha de agua.
Además, “en los sistemas con engorde, inventariar potreros para actualizar cantidad y calidad de la oferta forrajera y planificación de los pastoreos para no arruinar pasturas ante la falta de piso. Donde se pueda, incorporar destete anticipado y la restricción alimenticia o la alimentación diferencial del ternero al pie de la madre”.
En cuanto a la programación forrajera dijeron que hay que “evaluar el armado de una cadena forrajera, que contemple recursos que toleren situaciones tanto de excesos hídricos como sequías, y también otros que aprovechen las “ventanas” climáticas favorables, como, por ejemplo, verdeos.
Es el problema de criar vacas en todos lados.
Se creen que todo el país es la Pampa Húmeda.