La firma cordobesa Metalfor, que ya es líder en el mercado local de pulverizadoras autopropulsadas compitiendo palo y palo con las multinacionales de la maquinaria agrícola, sueña con ser protagonista de un desafío que, por lo difícil, tiene rasgos de epopeya: Pretender recrear una industria nacional de las cosechadoras.
En ese rubro clave de la actividad agrícola, la participación de equipos nativos ha caído a su mínima expresión y representa tan solo 1% del mercado, gracias a las magras ventas de un fabricante tradicional, Vasalli, que se cae y se recupera. Metalfor, que este martes lanzó un nuevo modelo, quiere reconquistar dentro de tres años al menos el 10/15% para las cosechadoras hechas en Argentina.
En Marcos Juárez, donde la firma tiene su cuartel central, se dieron cita funcionarios nacionales y provinciales para recibir, como si se tratara de una obra de arte, la primera Metalfor 2635: cuando se corrió el velo que la cubría se reveló -verde y negra- potente y lustrosa.
Esa máquina, según contaron a Bichos de Campo fuentes de la empresa, ya fue vendida a un productor de Orense que había probado las cosechadoras axiales de esa marca en una intención anterior de producirlas. En realidad, desde hace mucho tiempo el ex propietario de Metalfor, Luis Dadomo, intentaba incursionar en ese rubro. Por ejemplo, es recordada su intento de principios de 2000 con la marca Arauz.
Parece que cambian los dueños pero no las mañas. Los nuevos propietarios de Metalfor, la firma Bertotto Boglione, también de Marcos Juárez, decidió insistir convencida de que los equipos nacionales pueden abrirse camino en un negocio cercanos a los 600/700 millones de dólares anuales. Eduardo Borri, presidente actual de la firma, dijo que la situación macroeconómica de los últimos años los obligó a guardar el proyecto cosechadoras en un cajón, pero que ya había llegado el momento de desempolvarlo.
“Para nosotros ha llegado el momento de actuar”, enfatizó el industrial cordobés, frente a la atenta mirada del ministro de Agricultura nacional, Luis Basterra, los ministros cordobeses Eduardo Acastello y Sergio Busso, y hasta del gobernador Juan Schiaritti, que habló en el acto mediante videoconferencia. Todos ellos, por supuesto, prometieron apoyar con ahínco la iniciativa de los privados.
Borri (en la foto), minutos antes, había contado que hace tres o cuatro décadas la Argentina llegó a tener una veintena de fábricas de cosechadoras, y que la participación en el mercado de los equipos celeste y blancos había caído del 25% hace una década a solo 1% en la actualidad. En un mercado de unos 1.200 equipos por año, serían las 10/15 cosechadoras que está produciendo en este momento la empresa Vasalli, que vive una nueva etapa de recuperación incipiente.
Javier Grasso, gerente comercial de maquinaria de Metalfor, contó a este medio que luego de este lanzamiento la compañía se propone fabricar otros 10 o 15 equipo en el resto de 2021, para luego tratar de consolidarse en la fabricación de 50 cosechadoras al cabo del segundo año. Luego el mercado dirá, pero la intención secreta de este grupo local es vender unos 100 equipos anuales desde el tercer o cuarto año. Esto es decir recuperar el 10% de un mercado donde dominan marcas internacionales como John Deere, New Holland, Claas, etcétera. La mayoría de esas máquinas llegan actualmente desde Brasil.
Una cosa dejaron claro los fabricantes de este nuevo equipamiento: para tener éxito necesitan que se apruebe en el Congreso el proyecto de ley de Maquinaria Agrícola elaborado por la cámara de fabricantes nacionales Cafma y que ya cosechó el apoyo de los gobiernos de Córdoba, Santa Fe y de la provincia de Buenos Aires. La iniciativa plantea que los subsidios oficiales a créditos para renovar la maquinaria y otros beneficios se canalicen solo a la oferta local de maquinaria, que sería la que tiene más del 60% de los componentes de origen nacional.
La nueva Metalfor, que saldrá con un precio de venta intermedio entre los equipos de Vasalli y los de las multinacionales, fijado en unos 480 mil dólares con IVA incluido, tiene una integración nacional que llega al 80%, según destacó Grasso.
Por lo pronto, el técnico dijo que la cosechadora nacional no tendrá casi nada que envidiarle a las importadas: Tiene Motor SCANIA 350 a 370 HP, Cabezal Draper de 35 pies, Tolva de granos 10.000 litros, sirve para Agricultura de Precisión con monitor de rendimiento y piloto automático, Rodados duales delanteros 20,8 R38 R1 | traseros 28L – 26 R1, kit de visión 360 de la máquina mediante cámaras más 2 cámaras individuales para tubo de descarga y zona motor, entre otras características.
felicitaciones Metalfor muchos esitos