Para un conjunto de operadores del negocio de la carne, las cooperativas de trabajo son los demonios del sector, pues bajo esa forma de la economía social -según denuncian- eluden todo tipo de obligaciones laborales, sanitarias e impositivas, y se constituyen así en “una competencia desleal”. Para otro sector y para sus propios integrantes, estas cooperativas han sido como ángeles, pues les permiten seguir funcionando a muchas plantas y conservar las fuentes de trabajo.
Ellos prefieren llamarse “frigoríficos recuperados” y ahora han conformado un bloque que quiere ser parte de la negociación con el gobierno para frenar los aumentos de precios de la carne y a la vez recuperar el sendero exportador, interrumpido por las últimas decisiones del gobierno.
Es lo que dijo a Bichos de Campo el presidente de la cooperativa de trabajo Frigocarne, de Máximo Paz, Miguel Saavedra. El dirigente, que participó del rescate de esa empresa a partir de 2004, anunció que en conjunto las cooperativas de la carne representan entre 5 a 7% del total de la faena de bovinos. Y que por lo tanto deberían estar sentadas en la mesa de negociación con el gobierno para elaborar un nuevo plan rector de la política de ganados y carnes.
“Queremos llevar nuestra visión, sin perjudicar a nadie ni criticar a nadie”, dijo Saavedra.
Mirá el reportaje con Miguel Saavedra:
En principio, estas cooperativas emitieron un documento donde, para tratar de seducir al gobierno a que los convoque, defienden el cierre de las exportaciones de carne, de modo temporal. “Nosotros creemos que las exportaciones de carne deben seguir, pero también debemos ver cómo hacemos para que nuestro pueblo pueda acceder a la carne argentina”, explicó Saavedra.
La Mesa de Trabajo de Frigoríficos Recuperados ha juntado varias cabezas para dar este debate. Según sus propios datos, agrupan cooperativos que reúnen a más de 1.400 trabajadores, que ciertamente no reciben aportes patronales sino que figuran como monotributistas.
Están allí la Cooperativa Unidos Ltda (Chaco); la Cooperativa Puerto Vilelas (Chaco), la Cooperativa la Unión (Chaco); la Cooperativa Ex Empleados Frigorífico La Lagunita (Mendoza), la Cooperativa El Zaiman (Misiones); la Cooperativa Torgelon “58” (Caba); la Cooperativa de Bragado (Buenos Aires); la cooperativa Subpga (Buenos Aires); la Cooperativa Frigocarne Máximo Paz (Buenos Aires); la Cooperativa Incob (Buenos Aires); la cooperativa Suitrab (Buenos Aires) y la cooperativa La Foresta (Buenos Aires).
No llegó a ser de la partida, porque no se pudo sostener, la cooperativa de trabajo que hasta hace un par de años mantenía funcionando el frigorífico Yaguané de La Matanza, que laguna vez fue la mayor planta de faena de América Latina.
Recuperar el Precio Popular de la Carne (1)En su escrito, estos fritgoríficos destacaron que “el aumento desmedido de la carne vacuna no solo tiene como variante la exportación, sino la complejidad de la cadena, que hay que equilibrar de punta a punta”.
En medio de este conflicto por el cierre de las exportaciones de carne, las cooperativas llamaron a “la reflexión de todos los eslabones de la cadena cárnica para garantizar la carne vacuna en la mesa de todas y todos los argentinos a un precio razonable para el conjunto de la población”.
Y destacaron la importancia de contar con una plan integral ganadero, la integración de la cadena cárnica, fortalecer el mercado interno de la cadena, reordenar democráticamente cuotas para la exportación de carne vacuna enfriada o congelado con o sin hueso y contar con el financiamiento para adecuar las plantas de consumo interno para la exportación.
Además plantearon que se realice la compra directa de la hacienda para la exportación sin que pase por el denominado Mercado de Liniers, para “transparentar el precio del consumo interno”.