Darío Panichelli es un experto en cerdos, trabaja desde hace años en INTA Marcos Juárez, núcleo de la producción porcina argentina y donde se realizó por 13° vez la muestra más significativa del sector, Fericerdo, que este año tuvo la particularidad de no contar con animales por temor a que ingrese la peste porcina africana con algún visitante llegado desde el extranjero.
Dicha enfermedad fulminante ha llevado a que los chinos recorten nada menos que 150 millones de cerdos y se cree que para recuperar su stock les puede llevar de 3 a 8 años. Esto da a pensar que puede abrirse una gran oportunidad para exportar carne de cerdo al gigante asiático. Pero Panichelli bajó un poco estas expectativas: “En el corto plazo nada va a cambiar, todos el cerdo que producimos lo consumimos acá hoy, y hasta importamos. Ahora se van a exportar unas 200 toneladas a Asia, pero es algo puntual”, señaló el especialista a Bichos de Campo.
“En lo inmediato no nos beneficiará esto de la peste porcina africana, porque no tenemos para vender. Puede sí favorecer a otras carnes con más oferta, como la vacuna”, destacó.
Aquí la entrevista completa con el técnico de INTA Marcos Juárez:
Ahora, la pregunta es qué falta para poder crecer en la producción local de cerdo, porque como bien dice Panichelli “están dadas las condiciones geográficas y productivas”. Pero el gran problema según él es “la cuestión económica”.
En cualquier lugar del mundo la inversión por madre está entre los 5 a 7 mil dólares y la unidad mínima económica serían 50 cerdas. Una granja de 200 madres es una buena escala, pero armarla arroja una inversión cercana a 1 millón de dólares, todo un número para un argentino. “Teniendo en cuenta que la rentabilidad anual va de 10 a 12 %, resulta muy difícil recuperar rápido el capital. Hay que tener en cuenta que en el mundo se financian granjas de 10 a 30 años”, comparó Panichelli.
“Por otro lado, tenemos que industrializar los commodities en este país, es la única salida. El cerdo puede generar mucho trabajo. Hoy en la industria porcina, con 7 millones de capones que se producen al año se generan 38 mil puestos de trabajo directo y lo mismo de forma indirecta, cuando la industria automotriz da 60 mil puestos. Pasa que hay sectores más mediáticos”, finalizó el especialista.