Dardo Chiesa es el actual coordinador técnico de la Mesa de las Carnes, aquel bloque de más de treinta entidades de la cadena productiva que tuvo momentos de esplendor durante la presidencia de Mauricio Macri, quien se reunía cada dos meses con el sector. Tal era el interés que mostró el ex presidente en ese armado que muchos especularon no sobreviviría al cambio de gestión. Pero lo hizo.
“Esta Mesa ya existía antes de que llegue Macri”, aclara Chiesa ni bien comenzó la charla con Bichos de Campo. Y recordó que “desde el año 2000 -antes de que se cree el IPCVA (Instituto de Promoción de la Carne Vacuna)-, yo era el presidente de Carbap y estaba el grupo de los 30 liderado por Luis Bameule. Siempre estuvo la idea de incorporar a todas las carnes. Ahora no quisieron perder todo lo avanzado y me pusieron a mí como coordinador técnico y político”, agregó.
El ex dirigente rural destacó que por fortuna existe muy buena relación con el actual Gobierno. “Tenemos dialogo fluído con (Luis) Basterra y (Matías) Kulfas. Estamos trabajando -habíamos fijado esta agenda antes de la pandemia-, en tres puntos: la informalidad, ahí con junto con Marcelo Rossi (director de Control Comercia Agropecuario), Afip, Senasa y Cancillería; el tema del protocolo de alimentación Hilton y el tema de la sustentabilidad, emisión de gases de la actividad”, destacó.
Aquí la entrevista completa con el dirigente agropecuario:
“Luego llegó el Covid y hemos ido trabajando muy bien con todos los protocolos. Sin frigoríficos parados, como tienen otros países. Arrancamos la pandemia con China cerrada y luego se recuperó, pero toda la cadena siguió funcionando. Ahora nos preocupa este tema de los protocolos extra de ‘Covid free’ que están pidiendo los chinos y es una locura”, advirtió Chiesa.
En cuanto a la producción y los precios, Chiesa manifestó otro posible grado de conflicto a futuro. Con un valor de la carne retraído por la caída en la demanda interna, él piensa que cuando la pandemia termine y el precio crezca, podría haber lugar a ciertos debates de tono muy ideológico. “La carne de cerdo está un 30% más barata que antes de la pandemia, la vacuna también pisada. Cuando luego el precio se acomode, habrá tensiones como siempre”, contempló. Esperan poder zanjar estas discusiones de buen modo con las nuevas autoridades.
“Ya la invernada está traccionando, pasamos de valores de 95-105 pesos el kilo a 135-140 que ya se están pagando (por lo terneros). Eso se trasladará al gordo y luego a la carnicería”, comentó Chiesa. Como atenuando a esta suba de precios esperada, destacó que ante un otoño benigno, como el pasado, la oferta de carne será elevada en los próximos meses.
Luego Chiesa se refirió a la bajada de linea del Gobierno que impulsa agregar valor en origen y pasar de producir alimentos para animales a alimentos para humanos. “Eso es transformar maíz en carne”, resumió. “Sea pollos, cerdos o vacunos”.
En ese sentido, dijo que hay que acomodar el protocolo que regula la producción de novillos a pasto para cumplir con la producción de las 29.500 toneladas de cortes vacunos de al Cuota Hilton.
“Queremos transformar el protocolo de alimentación para que pueda incorporarse el grano en la terminación. La cuota Hilton es una posición arancelaria que pide ‘high quality beef’, carne de alta calidad que nosotros producimos históricamente a pasto pero ahora también con grano. Eso buscamos desde la Mesa, ampliar el protocolo y que luego cada uno en mostrador se diferencie por precio y calidad. Ahora hay que hacérselo entender a los europeos que tienen la idea de la carne argentina producida a pasto”, concluyó.
El dirigente cree que hay que convertir la prédica del valor agregado en acción. “La inversión local en establecimientos sería muy bueno para todo el interior. La ganadería tiene un efecto como la construcción, alrededor de la vaca que come y convierte hay un montón de gente e industrias, comederos, maquinaria, nutrición, formulación de raciones, etc. Si se hubiera hecho esto hace 20 años atrás cuando empezamos a hablar, no se habría despoblado tanto el campo, con gente que termina fracasando en los conurbanos. Es una política social también”, argumentó Chiesa.
En ese sentido, se refirió a la probable desembarco de inversiones chinas para el armado de enormes granjas porcinas en el país, para luego abastecer de carne porcina a ese país.
“No me importa de donde venga la inversión. Lo que sí pido es que tengan el mismo tratamiento jurídico que todos los empresarios locales que tanto la han venido remando. Y si la mano de obra es argentina, no me asusta. Pero que no quieran venir a trabajer en un frigorífico con todos chinos y donde rija la ley china, eso ha pasado en otros lados”, advirtió el coordinador de la Mesa de las Carnes.
Sería bueno que se pudiera hacer algo serio para qué los pequeños productores pudieran acceder a tener participación y respaldo del estado, no se lo apropien los grandes monopolios, que alguna vez en este país allá un control