Existe una buena noticia que podría no serlo tanto: el costo de los fletes marítimos se derrumbó en las últimas semanas para llegar al nivel más bajo desde comienzos de 2021.
Así lo indica el Baltic Dry Index, un indicador elaborado por Baltic Exchange que refleja el promedio de valores de fletes de commodities de las mayores compañías marítimas a nivel global.
Si bien el Baltic Dry Index registró un proceso bajista en línea con las caídas recientes experimentadas por los precios de los commodities, lo llamativo es que el mismo regresó al nivel histórico, cuando el valor de las materias primas básicas –a pesar del ajuste reciente– sigue estando bastante por arriba del promedio del último lustro.
También es bueno recordar que los dos “picos” recientes del Baltic Dry Index corresponden a dos fenómenos extraordinarios. El primero, registrado en la segunda mitad de 2021, que se explica por una aceleración brutal de las importaciones chinas a modo anticipatorio de lo que ocurriría en 2022 con el conflicto ruso-ucraniano. Y el segundo “pico” se dio, precisamente, luego del surgimiento del conflicto bélico en el Mar Negro.
Pero lo que está ocurriendo en las últimas semanas no tiene tanto fundamento en cuestiones comerciales, sino más bien en el temor de que un recrudecimiento de las tensiones entre China y EE.UU. –con la “caliente” situación de Taiwán de por medio– genere una disrupción logística de proporciones gigantescas a nivel global.
Amid ongoing economic uncertainty – fuelled by concerns about growth prospects in China – as well as worries about a potential escalation of US-China tensions, timecharter rates for dry bulkers have dropped to a near seven-month low recently, as evidenced by changes in the BDI. pic.twitter.com/5JvgoPCEsN
— International Grains Council (@IGCgrains) August 19, 2022
Por ese motivo, si bien la reducción del costo de los fletes marítimos es una buena noticia para los commodities en general y los granos en particular, no lo es el fundamento que está detrás de ese fenómeno, pues si finalmente las tensiones entre China y EE.UU. terminan produciendo un bloqueo comercial entre ambas naciones, los flujos de comercio tendrán que reconfigurarse para adaptarse a ese nuevo escenario geopolítico. Y eso no será gratis.