En la sección Crónicas Robadas tomamos prestadas algunas notas que, para nosotros, tienen valor periodístico y merecen ser compartidas con nuestros lectores.
En este caso acercamos un artículo del medio LM Neuquén, que relata el triste cierre de la avícola Elepeve, que desde 1974 funcionaba en la localidad rionegrina de Allen. Como le ocurrió a otras firmas de ese sector, la empresa no pudo reponerse a los efectos de la Gripe Aviar, que en 2023 la obligó a sacrificar a 200 mil gallinas ponedoras, en función de los protocolos sanitarios dispuestos por Senasa.
La producción de la región está de luto porque cerró definitivamente sus puertas la empresa avícola Elepeve, que durante décadas lideró en toda la Patagonia el mercado de la producción y venta de huevos. La firma, fundada en 1974 por la familia Romero, de Allen, no pudo sobreponerse de los efectos de la Gripe Aviar, que los obligó a sacrificar 200.000 gallinas, a principios del año pasado.
Que la empresa Elepeve podía llegar a fundirse era algo casi impensado para el esquema de empresas que forman parte del eje productivo regional. La firma dominaba el mercado de la producción y venta de huevos, llegando con sus productos frescos hasta Ushuaia. También abastecía parte del mercado de Mendoza.
La empresa tenía un plantel de 200.000 gallinas, que producían 1.000.000 de huevos por semana y un staff de 20 empleados. Además, se desacataba por el altísimo grado de tecnología que equipaba a la planta de producción y empaque de los huevos. Todos los procesos estaban automatizados con máquinas traídas desde del exterior y la planta era 100 por ciento autosustentable ya que producía su propia energía con un parque solar de última generación.
En 2010, Elepeve había atravesado por un proceso de modernización a cargo de los hermanos Pablo y Alejandro Romero, que se encargaron de reconvertir la empresa que fundó Jorge, su padre, cuando inició el camino de la producción avícola en Allen.
En diciembre de 2022 la exgobernadora rionegrina, Arabela Carreras, recorrió la planta de Elepeve con el ministro de Producción, Carlos Banacloy, y calificaron a la empresa como un orgullo para la provincia, destacando la calidad de sus procesos productivos. Poco después, a principios del año pasado, un brote de Influenza Aviar, sacudió la empresa familiar productora de huevos y la dejó ante un panorama sombrío.
Pablo, que es médico veterinario, advirtió el brote un jueves y algunas horas más tarde lo denunció a las autoridades sanitarias. El saldo fue trágico para Elepeve. Senasa dispuso el sacrificio de todo el plantel de gallinas: 200.000 aves murieron como consecuencia del brote que afectó a la granja de Elepeve.
Lo que siguió, aseguró Pablo Romero, fue un escenario desolador para la empresa. Con créditos que habían tomado para mejorar aún más la maquinaria de la planta, las obligaciones de los sueldos de los obreros y los compromisos con los proveedores, todo se puso cuesta arriba.
El gobierno provincial auxilió a las empresas avícolas afectadas con subsidios millonarios, pero no alcanzó para repoblar la granja y salir del atolladero económico. La idea de reactivar la producción quedó demasiado lejos porque debían tomar más créditos y aún no habían terminado de pagar otros que arrastraban de maquinaria que ni siquiera habían alcanzado a utilizar.
Después del tremendo golpe de la Gripe Aviar, Elepeve redujo su plantel de empleados y optó por comprar huevos de terceros, empacarlos y revenderlos para seguir abasteciendo a los clientes y así mantener las fuentes laborales. “Deberíamos haber cerrado en junio, porque los números ya no daban, y aguantamos hasta ahora. Por decir un número, comprábamos el huevo a 20 y lo vendíamos a 18”, explicó Pablo Romero.
Seguramente, si no se avanzaba con la matanza de las gallinas cuando se detectó el brote, hubieran muerto por los efectos de la enfermedad. Romero prefiere no cuestionar la orden sanitaria de Senasa, la autoridad sanitaria que resolvió el sacrificio masivo de las aves. En cambio, cuenta dos situaciones: cuando se avanzó con el sacrificio ya habían muerto 40.000 de las 200.000 gallinas por los efectos de la influenza. La enfermedad, que ha acabado con millones de aves en todo el mundo, no tiene vacuna.
El reclamo de empleados que quedaron sin trabajo: En la mañana de este martes, empleados que pertenecieron a Elepeve protestaron en la calle Primeros Pobladores, donde la firma tiene oficinas y un depósito. Reclaman en pago de las indemnizaciones, tal cual lo establece la ley.
Al respecto, Romero indicó que con seis de los diez trabajadores que se desempeñaban en la empresa, hicieron arreglos indemnizatorios que incluyeron, por ejemplo, la entrega de un local de venta en una ciudad de la región y vehículos que pertenecían a la firma.
“No se llegó a un arreglo con cuatro personas, que son las que están reclamando”, explicó. Personal de la Secretaría de Trabajo de la provincia y delegados sindicales, llegaron hasta el lugar para interceder en la situación. “Para nosotros esto no termina acá. Nos quedan muchísimas deudas que pagar de AFIP, créditos, proveedores. Es muy triste todo. Tenemos la mejor predisposición para llegar a un acuerdo con todo el personal, inclusive algunos ya han conseguido trabajo en otras empresas que tenían relación con nosotros y los recomendamos”, concluyó.
La gripe aviar que se terminó abruptamente cuando la avícola Santa Ana expuso que el senasa mandaba matar gallinas y destruir la producción de huevos en base a testeos truchos…
Tipica tilinga que opina sin leer, por culpa de esta gente que no sabe ni como se llama porque nunca leyo nada, ni siquiera el DNI y luego vota cualquier cosa estamos como estamos.
“Seguramente, si no se avanzaba con la matanza de las gallinas cuando se detectó el brote, hubieran muerto por los efectos de la enfermedad. Romero prefiere no cuestionar la orden sanitaria de Senasa, la autoridad sanitaria que resolvió el sacrificio masivo de las aves. En cambio, cuenta dos situaciones: cuando se avanzó con el sacrificio ya habían muerto 40.000 de las 200.000 gallinas por los efectos de la influenza. La enfermedad, que ha acabado con millones de aves en todo el mundo, no tiene vacuna.”