El gobierno nacional anunció el jueves por la tarde una medida muy esperada por el sector agropecuario. En la voz de Luis Caputo, se vociferó que los principales granos que se exportan gozarán de una reducción temporal de derechos de exportación, beneficiando a una buena tajada del sector agroindustrial.
Pero en el acto que protagonizó el ministro, también se hizo mención a una reducción total y permanente de las retenciones o (DEX) a las economías regionales.
Las economías regionales son enclaves agropecuarios de zonas puntuales, y que en gran medida representan un motor económico para comunidades alejadas de la zona central del país, donde predomina la producción de granos y pecuaria.
Estas economías regionales eran gravadas con derechos de exportación, hasta que el gobierno de Alberto Fernández en campaña electoral de Sergio Massa empezó un plan de eliminación de los mismos. De ese plan, algunos sectores quedaron bajo impacto de este impuesto (y solamente en algunas posiciones arancelarias), como la producción de tabaco, arroz, la industria forestal, azúcar, algodón y cueros bovinos. Se supone que desde ahora, todos estos sectores tendrán una retención de 0% a las exportaciones.
En el caso del té y la yerba mate, estas dos economías ya no tenían presión impositiva de exportación reciente. Ambas producciones predominantes en Misiones, no formaron parte de ningún anuncio reciente, pues sus retenciones fueron eliminadas bajo la gestión anterior.
En la zona, lejos de ser celebrado el anuncio de Caputo, causó algo de malestar la algarabía con la que se recibió la noticia. Ese fastidio fue manifestado por Cristian Klingbeil, productor de ambas infusiones, quien aseguró a este medio: “Veo mucha euforia por todos lados por el tema de quitar retenciones a grandes economías. Nos preocupa y somos varios, desde productores hasta industriales exportadores, que estamos opinando que la quita de retenciones es como el gran logro o la gran medida, pero no hay otras como un dólar más competitivo, o realmente una baja de impuestos significativa para que podamos ser competitivos”.
“Acá seguimos igual de complicados”, asegura el misionero.
Lo que el referente yerbatero está argumentando es una realidad distinta a las economías que también cargan con uan elevada presión fiscal y siguen sufriendo por caída de consumo interno, suba de costos, y en particular en yerba mate, una coyuntura complicada luego de la desregulación del sector.
El 2024 fue un pésimo año para los yerbateros, con disputas por el precio que paga la industria, problemas sanitarios, de lluvias, plagas, consumo y exportaciones. Un combo explosivo para esta economía provincial.
“Todo indica que no habrá otra medida para las economías regionales que las que se mencionaron. Ellos estarán contentos, porque tienen una medida a favor. Las demás economías regionales que son muchas, que no tenían ningún tipo de retenciones, seguimos esperando”.
“Estamos en la dulce espera de que haya realmente alguna medida que nos permita seguir siendo competitivos en el mundo, y más ahora con cierta preocupación porque Estados Unidos es un gran comprador del té argentino, y si van a empezar a poner aranceles a la importación será más complicado aún para nosotros seguir manteniendo este mercado tan importante” expresó Klingbeil.
A su vez, la importación de yerba mate de otros países pone en jaque a muchos colonos que deben pelear cada vez por un precio justo para su cosecha, de mejor calidad que la que proviene de Brasil o Paraguay.
Al respecto, el yerbatero subraya: “Todo bien por las medidas, pero los que no teníamos retenciones seguimos esperando nomás. Sigue siendo profundamente grave nuestra situación, porque no podemos competirle a los países vecinos. Lo mismo pasa con el tomate que llega de Paraguay. Seguimos con costos extremadamente altos para producir acá, que no podemos competir, pues no hay cómo bajar costos. No hay manera”.
En el último tiempo esta realidad se trasladó a muchos sectores que están denunciando que la importación de alimentos de afuera está atentando contra la rentabilidad y las posibilidades locales. Ya sea por importaciones o contrabando, productores de yerba mate, te, mangos, naranjas, manzanas, cerdos, pitaya, maracuyá, entre otros, están manifestando la imposibilidad de competencia.
“En todo Misiones se está evaluando fuertemente si seguir con la actividad tealera, porque no podemos competir en el mundo, es imposible, no hay dónde ajustar más. Entonces, para nosotros, no está solucionado el problema, estamos lejos todavía de encontrarle el agujero al mate. Es fundamental que el gobierno lo entienda, pero cada vez está más difícil que logren entender esta problemática”, finaliza Cristian.