El sector vitivinícola español se encuentra frente a una importante crisis de consumo, que está llevando a sus productores a buscar alternativas para evitar detener la fabricación.
De acuerdo a lo que difundieron distintos medios locales, el sector prevé una caída del 20% en el precio del vino tinto en la próxima temporada, ante un aumento de la demanda de variedades blancas y tintas.
Dado que esa baja en el valor pondría a la rentabilidad de las bodegas en jaque, muchos se encuentran explorando otras opciones como el uso de uvas tintas en nuevas bebidas.
“Sobra es vino tinto. Aún hay stock sin vender en algunas bodegas. Durante la pandemia comenzó a acumularse, y los hábitos de consumo han cambiado mucho entre la gente joven. Los nuevos bebedores de vino prefieren opciones de baja graduación, frescas, como los blancos y rosados”, indicó Anastasio Yébenes, presidente de la Plataforma en Defensa de la Agricultura y Ganadería Ecológica, y miembro de la cooperativa Dcoop.
Contrario a este panorama, la campaña inicio casi sin existencias de vino blanco ante la fuerte demanda en el mercado interno.
“Vamos a intentar producir la mayor cantidad posible de vino rosado, porque su precio es similar al del blanco y debemos buscar la mayor rentabilidad para los socios”, señaló Yébenes frente a esto.
De acuerdo con datos del Ministerio de Agricultura de ese país, el precio medio del vino tinto se sitúa en 45,15 euros por hectolitro, mientras que el vino blanco alcanza los 46,24 euros por hectolitro. Si bien la diferencia aún no es grande, los productores esperan que se profundice.