El presidente Alberto Fernández insistió en vincular al sector agropecuario como una de las causas de la restricción de divisas generada por el “cepo cambiario” implementado por el gobierno nacional.
Fernández aseguró que el gobierno tiene “el desafío de enfrentar a los que especulan con el dólar y de enfrentar a los que guardan 20.000 millones de dólares en el campo y no los liquidan esperando una mejor rentabilidad, cuando el país lo necesita”.
“A los desafíos les voy a poner el pecho y los vamos a superar juntos”, afirmó durante un acto realizado hoy en el Museo del Bicentenario, en el cual estuvieron presentes los gobernadores Axel Kicillof (Buenos Aires), Mariano Arcioni (Chubut), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Gildo Insfran (Formosa), Sergio Ziliotto (La Pampa), Ricardo Quintela (La Rioja), Arabela Carreras (Río Negro), Gustavo Saénz (Salta), Omar Perotti (Santa Fe), Gustavo Melella (Tierra del Fuego), y Gerardo Zamora (Santiago); en tanto que en forma virtual lo hicieron Jorge Capitanich (Chaco), Oscar Herrera Ahuad (Misiones) y Rodolfo Suárez (Mendoza).
La realidad es que, si bien existe un retraso, en términos históricos, del ritmo de comercialización de soja, no puede decirse lo mismo del maíz, dado que las ventas del cereal marchan a un ritmo normal.
Por otra parte, suponiendo que la cifra de 20.000 millones de dólares de lo que queda por vender sea correcta –algo poco probable con la abrupta caída de precios internacionales de los granos registradas en las últimas semanas–, lo cierto es que es virtualmente imposible imaginar que ese volumen de divisas podría ingresar en cuestión de días al Banco Central (BCRA), dado que el flujo comercial suele realizarse de manera dosificada hasta el ingreso de la próxima cosecha gruesa en el segundo trimestre de 2023.
El último dato oficial, correspondiente al 13 de julio pasado, muestra que ya se habían comercializado 20,4 millones de toneladas de soja, un 46,4% de la cosecha del presente año, mientras que en el promedio del último lustro (sin considerar la situación extraordinaria generada por la sequía de 2017/18), la media para esta época del año se ubicó en un 53,0%.