La ganadería está terminando un año nunca antes visto y con buenas perspectivas para el 2026. La demanda mundial seguirá firme, la demanda local siempre dice presente y la hacienda para cubrir ambas demandas sigue siendo un bien escaso, lo que augura otro buen año para 2026. Los buenos niveles de rentabilidad están apoyados en la abundante oferta forrajera y la favorable relación de precios entre costos e insumos.
En este contexto, el consultor de AgroIdeas, Federico Santángelo, dejó en claro que “ya no quedan excusas para mejorar en productividad ganadera, y es el momento de ponerse a laburar”.
En un contexto donde los precios de la carne han mostrado una tendencia al alza, Santángelo advirtió que esta mejora no solo se mantiene, sino que seguramente continuará en el corto y mediano plazo.

“Los valores subieron y las perspectivas indican que seguirán en ascenso, empujados por una oferta que no alcanza a cubrir la demanda, tanto interna como internacional. La escasez de hacienda, especialmente de novillos pesados, provocó una mejora en los precios que seguramente seguirá fortaleciéndose hacia fin de año y principios del próximo ciclo”, indicó el especialista.
Según explicó Santángelo, este escenario favorable para los productores tiene una base sólida: hay pasto en el campo, el mercado internacional está comprando carne a buenos precios y el tipo de cambio ha mejorado.
“Es en este momento cuando se presenta una oportunidad única para acelerar la productividad del rodeo. La clave está en inversión en genética, manejo y alimentación. Mejorar los índices reproductivos, optimizar la carga en los campos, hacer sanidad en los toros, y sobre todo, aumentar la cantidad de terneros por vaca, son las estrategias para incrementar la rentabilidad del rodeo”.
“La optimización del destete, que implica obtener más terneros por cada vaca, es fundamental para potenciar toda la cadena cárnica argentina”, dijo el consultor que asesora a importantes empresas ganaderas.

Santángelo destacó que, si bien en el pasado las subas de precios permitían ciertos ajustes, hoy “la situación exige acciones concretas y continuas”.
En tal sentido dijo que “la rentabilidad no llegará solo por el aumento de precio, será resultado de mejorar en eficiencia: más kilos por animal, mayor número de terneros, mejor peso de faena”.
Santángelo consideró que “las condiciones para aumentar la producción de terneros con el actual stock de vacas están dadas. Hay que mejorar la productividad, lo que no requiere de inversiones gigantes sino de una gestión inteligente: ajustar la carga, sanidad, alimentación, y reforzar el manejo reproductivo. La mayoría de estas acciones no implican grandes gastos, sino planificación y esfuerzo”.
Finalmente indicó: “No hay excusas de que el contexto impida mejorar. La única excusa posible, acaso, sería estar inundado, pero más allá de eso… A laburar”.




