Los que se dedican al contrabando de ciertas mercaderías deben estar añorando aquellos días donde el fenómeno La Niña provocaba una severa sequía: como no llovía, los caminos estaban secos y perfectamente transitables. Pero vino El Niño y las cosas se complicaron, sobre todo en muchas regiones del norte donde ha habido tormentas muy intensas. Donde no está inundado, quedó un barreal enorme.
En este contexto se entiende esta gacetilla de la Gendarmería Nacional, que lejos de contar las hazañas de sus integrantes informó en una zona fronteriza de Salta se logró detener el contrabando de 40 toneladas de maíz porque… los camiones que lo llevaban se quedaron atrapados en el barro.
“Como consecuencia de investigaciones impulsadas por el Ministerio de Seguridad de la Nación, para prevenir los delitos en la zona de frontera, efectivos de Gendarmería Nacional incautaron en Salta 40 toneladas de maíz a granel sin aval legal, ocultas dentro de camiones que estaban estancados”, dice el simpático informe, donde la gendarmería se manda la parte a pesar de que no hubo ni persecución, ni tiroteo, ni emoción alguna.
Lo que pasó es que los integrantes del Escuadrón 54 Aguaray patrullaban la zona del kilómetro 72 de la Ruta Provincial 54. Tenían el dato, “según pesquisas previas”, que allí se encontrarían ocultos vehículos con gran cantidad de granos.
“Luego de recorrer varias áreas de la zona, los uniformados divisaron cinco camiones detenidos en una finca ubicada en el límite con el Estado Plurinacional de Bolivia. Tras observar que los rodados se encontraban estancados, sin posibilidad de transitar debido al camino de barro, los gendarmes comunicaron el hecho a la Fiscalía Federal de Tartagal, que ordenó el registro de los mismos”, agregó la gacetilla.
El final de la historia es que los efectivos comenzaron a inspeccionar los camiones y comprobaron que trasladaban 8.000 kilos de maíz a granel cada uno, por un total de 40 toneladas, “las cuales fueron secuestradas por no contar con aval legal”, en infracción a la Ley 22.415 Código Aduanero.
A los contrabandistas les quedó claro que deben esperar que los caminos sequen para hacer mejor su trabajo.
Lo más gracioso es el nombre con que la Gendarmería bautizó al operativo, para ahora sí intentar brindarle algo de emoción: “Mazorcas embarradas”.
Una cagada la nota, y la mazorca te la embarraste en el culo