Don Deriva… ¿Es bueno o es malo?
Nunca se sabrá, porque está en transición entre un estado y el otro, como el agro mismo. Es decididamente malo cuando expone su primera mitad , la que es capaz de realizar una aplicación de agroquímicos vestido de malla, musculosa y chancletas, absolutamente desaprensivo consigo mismo y su propia salud, con el cuidado de su comunidad y con el medio ambiente en general. “Total, hace años que hago las cosas así y nunca me pasó nada”, pensará esa mitad de nuestro personaje.
La otra mitad corrige todo lo anterior, pues se supone será el final de esta transición. Allí Don Deriva encara una fumigación provisto de botas y de la vestimenta protectora adecuada para este tipo de menesteres rurales. Si llega a hacer calor, se la banca. El hombre además respeta cada una de las instrucciones que surgen de los manuales de Buenas Prácticas Agrícolas (BPA), a la hora de hacer los caldos, a la hora de perforar los bidones para que nadie más pueda volver a usarlos. Además observa el recorrido del viento y otras condiciones atmosféricas antes de encender el motor de la pulverizadora.
Don Deriva, finalmente, no es ni bueno ni malo. Resume un proceso que se está dando muy velozmente en el agro contemporáneo, y que implica comenzar a considerar la tarea de la aplicación de agroquímicos sobre los cultivos como algo serio, que requiere de mayor atención, mucha profesionalidad y grandes dosis de respeto por los semejantes.
Don Deriva es justamente eso. Un promedio de lo que somos. Tiene una mitad de lo que debe quedar atrás y otra mitad mejor con lo que debe seguir por delante.
Una gran alegría es saber que quienes notan esa contradicción y concibieron así a Don Deriva son los alumnos de la Escuela Agraria de Goyena, ubicada en el partido de Saavedra, a 35 kilómetros de la localidad de Pigüé. Faustino, uno de ellos, nos presentó a Don Deriva, que finalmente es un “maniquí interactivo” repleto de códigos QR.
Nos explicó Faustino: “Si nosotros le preguntamos, se puede escanear el código con el celular y él contesta con videos hechos por nosotros mismos que explican cada uno de los elementos del equipo de protección personal” que debería llevar un aplicador.
Mirá la entrevista con los estudiantes que crearon a Don Deriva:
-¿Y entonces por qué está semidesnudo en la otra mitad de su cuerpo?
-Justamente lo que nosotros quisimos representar es la vestimenta inadecuada con la que muchas veces los productores hacen las aplicaciones, y que se ven mucho.-contestó el estudiante. De lado descuidado de la vida, también hay un código QR que nos traslada a un video. Es la entrevista a un médico que explica cuáles son los riesgos que enfrentan quienes se exponen desaprensivamente a los productos fitosanitarios.
Don Deriva y sus creadores ganaron un concurso sobre BPA realizado por Casafe (la Cámara de Agroquímicos y Fertilizantes), pero los chicos ganaron mucho más que un premio: aprendieron cómo hacer correctamente las cosas en el campo. “La mayoría de nosotros tenemos pensado ser futuros productores”, dijo Faustino.
Agustín es otro de los integrantes del equipo triunfador. Nos presentó una “mesa biológica” diseñada especialmente para que los pequeños productores que no tienen instalaciones adecuadas para el manejo de los residuos de agroquímicos eviten la contaminación del suelo y las napas. Es muy sencillo, la carga o lavado de las mochilas fumigadoras debería hacerse sobre esa mesa, para que los restos del agroquímico drenen hacia una biomezcla compuesta por material vegetal, compost y suelo. “Mediante tres enzimas se logra degradar el material fitosanitario”, cuenta el joven.
El tercer módulo del trabajo práctico fue explicado por Nazareno. Es que los chicos de la Agraria 1 Ezequiel Martínez Estrada de la localidad de Goyena también hicieron una página web en la que no solo cargaron los sabios consejos de Don Deriva sino mucho más material sobre las buenas prácticas que deberían seguir en el momento de la manipulación de los agroquímicos.
-¿Y aprendieron algo?- les preguntó Bichos de Campo. Nazareno contó que su padre productor solo utilizaba botas para hacer esas tareas, y que ahora al menos se pone guantes.
-Uno no espera que de la nada utilice todo el equipo de protección. Pero al menos queremos que esto sirve como concientización. Ya lo dijo mi compañero: por algo se empieza y esta podría ser la semilla para un mejor futuro- añadió Faustino.
Don Deriva es justamente eso: alguien que está aprendiendo.