Es 1 de enero y ya se conoce los datos del acumulado de ingreso de divisas (convertir los dólares de la exportación en dólares oficiales) producido durante todo 2021 por las empresas agroexportadoras de Ciara-CEC: Fueron 32.800 millones de dólares, una suma que se ha convertido en el mayor aporte del sector agrícola en lo que va del milenio, desde que se implantó este modelo económico de retenciones y liquidaciones obligatorias.
Hubo un alud de dólares adicionales desde el sector de más de 12.000 millones, pues el año pasado las empresas del ramo habían liquidado 20.274 millones de dólares. El anterior récord hay que buscarlo en 2014, con 24 mil millones, 8 mil millones menos que ahora.
Con esta avalancha de agrodólares, el complejo oleaginoso-cerealero (incluyendo al biodiésel) aportó casi la mitad del total de las exportaciones de la Argentina, con el 48%. Su participación histórica era de entre el 30 al 35%.
“El ingreso de divisas acumulado de la agroexportación a lo largo del año alcanzó los 32.807.933.377 dólares”, precisó un comunicado de la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), que agrupa a los principales operadores del comercio exterior de granos y sus derivados, aunque no a todos. Por eso, incluso el aporte podría ser de algunos dólares más todavía.
A este balance anual se llegó después de que durante el último mes de diciembre las empresas del sector liquidaron 2.678.296.709 dólares, una marca que también resultó histórica para el último mes del año. Esa suma reflejó un incremento del 31,11% con respecto a noviembre.
La explicación son los buenos volúmenes de granos producidos, industrializados y exportados por la Argentina, pero sobre todo los altos precios del mercado internacional.
La explicación de Ciara-CEC -que con este aporte llega a dominar nada menos que 48% de las exportaciones, una cifra claramente exagerada- es que “la reconstitución de stocks en los países centrales mantiene elevados los precios internacionales de los commodities, en tanto se inició la campaña de trigo en la Argentina”.
Entre las contras, las agroexportadoras solo mencionaron que “se debió afrontar la persistente bajante del río Paraná”.
Los exportadores agrícolas están obligados a ingresar al país el producido por sus negocios con el extranjero y trocar esos dólares por pesos oficiales en el mercado mayorista de cambios, donde lleva la voz cantante el Banco Central. Por eso este aporte extraordinario de divisas ha sido clave para dar estabilidad a muchas variables en este (nuevo) año de sobresaltos económicos.
Sin embargo, Ciara-Cec argumentó que incluso ingresa los dólares antes, pues “la liquidación de divisas está fundamentalmente relacionada con la compra de granos que luego serán exportados”. Según este visión,”la mayor parte del ingreso de divisas en este sector se produce con bastante antelación a la exportación, anticipación que ronda los 30 días en el caso de la exportación de granos y alcanza hasta los 90 días en el caso de la exportación de aceites y harinas proteicas”.
El principal producto de exportación del país es la harina de soja (14,2% del total), que es un subproducto industrializado generado por este complejo agroindustrial, que tiene actualmente una elevada capacidad ociosa cercana al 50%. El segundo producto más exportado el año pasado, de acuerdo con el INDEC, fue el maíz (11%) y el tercero fue el aceite de soja (6,9%).
Según datos publicados por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), se prevé que la Argentina mantenga el primer puesto en exportaciones 2020/21 de aceite y harina de soja.
Solo el complejo soja, que representó el 27% de las exportaciones totales de la Argentina del año pasado, constituye el 16% (344.865 puestos) del empleo generado en 2017 por todas las cadenas agroindustriales, según un informe del Ministerio de Trabajo de la Nación.