Pasan las semanas y recién ahora comenzó a hacerse visible la pelea subterránea que había entre la industria frigorífica exportadora, que faena un 30% de los bovinos de la Argentina, y los matarifes abastecedores que atienden el poderoso mercado interno, que absorbe el 70% de la producción. El desencadenante de este conflicto es la decisión oficial de prohibir el comercio de medias reses a partir de noviembre próximo, una medida de índole laboral que podría dejar ganadores y perdedores en la cadena.
La pelea se ha hecho franca y abierta a partir de que ambos sectores expusieron sus posiciones en sendos comunicados. El Consorcio ABC, que agrupa a unas 25 plantas exportadoras, siempre se ha manifestado a favor del cuarteo obligatorio de la media res. Sus dirigentes convencieron al gobierno de Alberto Fernández de avanzar en ese sentido cuando se impusieron en 2021 el cepo a la carne y nuevas negociaciones para vender cortes más baratos en los supermercados, que es a los que ellos suelen proveer. Todas esas empresas ya comercializan la carne en cortes (muchas veces envasados al vació) y por lo tanto no deberían tener problemas con la nueva legislación.
Enfrente, un abanico de entidades más enfocadas en el consumo interno, y que por lo tanto todavía trabajan a partir de distribuir la media res hasta las carnicerías de barrio. Este arco presentó una nota al gobierno en agosto pasado, pero no ha tenido respuesta. Por eso la Cámara de Matarifes Abastecedores emitió su propio comunicado metiendo presión.
En aquella nota, a las autoridades se les pide no dar marcha atrás con la decisión que desencadenó este debate histórico en el mundillo de la carne (para cuidar la salud de los trabajadores, desde noviembre no se podrán mover en el mercado piezas mayores a los 32 kilos de peso, lo que necesariamente implicará el trozado de la media res) sino habilitar también la posibilidad de manejar trozos mayores de carne mediante brazos mecánicos. Esto implicaría que las medias reses podrían seguir siendo una forma común de distribuir la carne, sin afectar la salud de los trabajadores.
“La modernización del mercado de carnes está en marcha y el cuarteo llegó para quedarse”, bravuconeó este viernes un comunicado de los frigoríficos exportadores, frente al reclamo de los “consumeros”. Según el Consorcio ABC, la medida “empezará a regir desde noviembre y actualizará al sector para que alcance los estándares utilizados en la mayor parte del mundo”.
Según explicó Mario Ravettino, el presidente del Consorcio ABC, este cambio hacia la eliminación de la media res permitirá mejorar la comercialización del alimento en las carnicerías, ya que cada comercio pedirá los cortes que requieran sus clientes. Y no representan grandes cambios en la cadena: “Los camiones ya están preparados para trasladar cuartos de reses. No será necesario readecuarlos ni hacer inversiones al respecto. La implementación del cuarteo no sólo optimizará el tiempo en las carnicerías y puntos de venta, sino que también mejorará el manejo de la carne y el desposte de cada cuarto”, argumentó el exportador.
Pero desde Camya, la cámara de matarifes, le saltaron a la yugular. “La única ventaja de cuarteo sobre la media res es que evita el inhumano esfuerzo que hace el trabajador, cargando las reses sobre sus espaldas. Pero esta situación se salvaría de un modo racional y sencillo, que es permitir la descarga de productos por medios mecánicos, cualquiera sea su tamaño”, replicó el comunicado de este sector, luego de enumerar una gran cantidad de contratiempos que implicaría la medida tal cual está concebida.
Los matarifes, molestos con Ravettino, indicaron que “se están utilizando como argumentos a favor del cuarteo condiciones de otro producto: la carne en cajas. Esta comparación mentirosa, utilizando los beneficios de la carne en cajas como si fuesen del cuarteo, hace que se intente imponer ‘contra natura’ una modalidad de comercialización. que a todas luces es desfavorable.
Este es el comunicado completo:
Comunicado CAMyA 16#22
Desde el Consorcio ABC, en cambio, indicaron que “la mayoría las empresas y sindicatos de trabajadores apoyaron esta medida porque conocen el trabajo diario del sector y los costos de producción, y entienden que tiene aspectos positivos que en el tiempo serán apreciados por todos los comercios y consumidores”.
“En el rubro de la carne, desde el Consorcio ABC queremos recuperar el tiempo perdido sabiendo que estamos en la senda correcta que otros rubros ya recorrieron en el pasado”, indicó el comunicado de los exportadores, que pusieron de ejemplo “el viejo lechero, que vendía su producto en botellas de vidrio, y cedió su lugar a una variedad productos más seguros y accesibles para la gente en las góndolas”.
Lo cierto es que por ahora el gobierno se muestra imperturbable en su decisión de comenzar con el troceo obligatorio de la media res a partir de noviembre, y aun cuando una gran cantidad de plantas no han hecho todavía las inversiones necesarias para adaptar sus infraestructuras a los requerimientos lógicos: mayor capacidad de frío, salas de depostada, camiones para el reparto…