Por Nicolás Razzetti.-
Durante los años en que el kirchnerismo digitó la política agropecuaria, y la ganadera más específicamente, se le decía a la población que no era conveniente exportar porque eso nos dejaba sin carne. Muchos argentinos apoyaron esa posición creyendo que así se defendía “lo nuestro”, ya que a la oligarquía vacuna sólo le importaba vender lomo a Europa dejando cortes de mala calidad en el mercado local. Esa política nos llevó a la pérdida de la renta, del horizonte, de las exportaciones y en definitiva del stock y de la producción de carnes.
Con el cambio de gobierno y de las políticas hubo un renacer de la ganadería. La recuperación de la rentabilidad y de las expectativas positivas en el negocio incentivaron la retención, el crecimiento del stock y la producción de cortes vacunos.
Los datos oficiales indican que en entre enero y septiembre la faena aumentó poco más de 7% interanual y que la participación de los novillos en el total dejó de caer para sostenerse en torno al 20% del total. El crecimiento de la faena significó un salto similar en la producción de carne vacuna, que tuvo un incremento adicional por la leve mejora en el peso medio por animal.
La mayor oferta de carne y la mejora en la competitividad -vía tipo de cambio y reintegros- permitieron que también crecieran los envíos al extranjero. En los primeros nueve meses del año ya se embarcaron 220 mil toneladas, lo que casi empata el total alcanzado en 2016. El salto respecto de enero – septiembre de 2016 es del 29% según las estadísticas de Agroindustria.
Las exportaciones representan este año el 11% del total producido, lo que indica una mayor participación en el negocio ganadero. Pero esto no sucedió a costa de una merma en el volumen destinado al consumo interno que, por el contrario, tuvo un nuevo aumento.
Para Agroindustria, en septiembre el consumo interno promedió los 59 kilos y en lo que va del año 58 kilos, 2 kilos más de en igual período del año pasado. Al respecto, en su informe mensual, CICCRA destacó: “El consumo (aparente) de carne vacuna por habitante se ubicó en 58,1 kg/año en enero-septiembre (+6,7% anual). En tanto, al considerar el promedio móvil de los últimos doce meses, el consumo por habitante también equivalió a 58,1 kg/hab/año, exhibiendo una mejora de 5,3% anual”.