AdBlick es un fondo que comenzó sembrando 3.000 hectáreas agrícolas en 2006 y ahora está llegando a las 70 mil. Su fundador es José Demicheli, que recibe el dinero y la confianza de unos 800 inversores pequeños y medianos, y lo canaliza no solo hacia la siembra de granos sino también hacia diferentes actividades agropecuarias, como la ganadería y hasta la hidroponia. El empresario, de cara a una campaña complicada por la fuerte baja de los precios internacionales y las complicaciones de la economía local, cree que el gobierno debe dar gestos más fuertes hacia el sector productivo.
-El contexto no está fácil para la próxima campaña 2024/25. ¿Qué le están diciendo a tus potenciales inversores en este contexto, donde parece ser que el negocio agrícola no está tan prometedor como otras veces?
-Vos tenés que estar muy bien en el manejo de costos, tenés que ser muy buen productor en lo que son protocolos de cultivos para poder salir a jugar un partido que pueda ganar el 8 o 10% en dólares oficiales. El negocio está sobre-demandado. ¿De qué manera? Cuando hay una brecha del 40%, la gente piensa no en dólares oficiales sino en dólares billetes. Entonces, la mejor manera, si uno piensa que el país va a andar bien y que se van a unificar las brechas, es poder invertir en dólares oficiales. Es como que yo digo, compre dólar futuro a precio oficial.
Demicheli, entrevistado por el programa Colonia Agropecuaria, se muestra confiado en que finalmente el gobierno logrará dominar la inflación y cumplirá con sus promesas de eliminar el cepo cambiario y las retenciones. Pero en el mientras tanto reconoce que “si la campaña productiva está más competitiva porque bajaron los precios o porque entró mucho capital buscando este achicamiento de brecha, lo que hizo que recalentaran los precios de los campos, y los alquileres se mantuvieron cuando lo lógico hubiera sido que bajen, ahí te está generando una erosión en la renta esperada productiva”.
En este sentido, sostiene que “este año tenés esa ventaja de esta brecha del 30-40%. Si vos lo mirás con dólares billetes, podés capturar, pensando que en el 2025 se va a acabar la brecha y el cepo, una ganancia extraordinaria financiera”.
Pero claro, para eso hay que sembrar y jugar el partido agrícola. Por eso, afirma que las empresas especializadas en la siembra de soja y maíz “tienen que afilar sus costos, mejorar sus recursos, abrazar la digitalización, ser más productivos, ser buenos productores, diversificar los cultivos, las zonas, tomar seguros agrícolas, generar coberturas de precios para tratar de capturar los picos de buenos y bajar el riesgo en un negocio que está lleno de riesgos”.
“Es un negocio que hay que hacerlo muy bien y muy finito, y encima seguimos dependiendo del clima. No es para cualquiera, es un negocio que viene con viento en la cara. Pero si uno lo hace bien, puede ir creciendo como fue creciendo Adblick, que empezamos con 3.000 hectáreas, después 10.000, después 20.000, después 25.000, hoy vamos a estar en 72.000 hectáreas de cultivos, con 800 inversores que nos siguen, dos fondos comunes cerrados de inversión aprobados por la Comisión Nacional de Valores, con Allaria como sociedad gerente, y 19 compañías de seguros que son inversores de nuestros fondos. ¿Por qué? Porque confían en el carácter del equipo y en el profesionalismo, sabiendo que un año puede ir mejor y otro peor”, agregó el empresario.
Para Demicheli, “lo importante es la constancia en el largo plazo”. Acota en ese sentido que “a lo largo de la historia esos 800 inversores han revalidado y ha habido años malos. Creo que hubo 4 años negativos, un par de años de empate y 9 años positivos, con una renta promedio de 8,5 o 9% por año”.
-¿Y en años difíciles como este la gente decide mantener igual su inversión en el agro? ¿Cómo es tu experiencia?
-La duración de nuestros inversores promedio es de 10 años. En años muy buenos tal vez se va el 3% de la gente, en años donde se pierde tal vez se va el 12 o 14% de la gente. El promedio debería ser, tomando el promedio histórico, un 7 u 8%, o sea 10 años de educación de inversión, más allá que la gente se puede ir todos los años.
-¿Y cómo ves el ánimo este año tan complicado económicamente?
-Yo soy cauto y creo que hay muchísimas cosas por hacer. Hoy la sociedad toda está bancando esta visión, la gente entiende que son 7 meses (de gestión de Javier Milei) y no se puede hacer maravillas. Entienden la herencia, pero no hay mucho margen.
-¿Entonces?
-Con lo cual yo creo que el gobierno tiene que mostrar medidas más de fondo sobre cómo va a reactivar, porque no se arregla sólo con finanzas, no se arregla sólo con que el productor liquide. Tiene que tener planes claros para que venga la inversión. El clúster agropecuario es el principal motor, el que acelera más rápido y que nos va a ayudar a salir de una recesión, pero no podés pretender en un mercado de competencia perfecta, donde hay decenas de miles de productores que su moneda de cuenta es la soja, que vos digas que necesitás que liquiden. La gente va a liquidar, no tiene ningún sentido pensarlo de ese lado. Pero vos tenés que generar las condiciones para que en un mercado de competencia perfecta esté esa motivación. Si no lo que va a pasar es que a la moneda de cuenta, el grano de soja, el chacarero se lo va a guardar y va a sólo liquidar lo que se necesita.
El CEO de AdBlick, de todos modos, ratifica que confía en el rumbo económico que ha tomado el gobierno de Milei: “Creo que el gobierno, o al menos el presidente, tiene muy claro que primero tengo que domar al potro. Y el potro es la macroeconomía y la inflación”.
“Cualquier empresario pyme, con una macroeconomía desbocada, con un tipo de cambio desdoblado, con una inflación de dos dígitos mensuales, con unas líneas de intereses carísimos, es imposible que genere riqueza. Y empiezan, digamos, las avivadas de que importo y exporto, y de que me quedo con la subfacturación o la sobrefacturación. Y eso es algo que tenemos que acabar. Con lo cual yo creo que el gobierno la tiene clara”, valida.
E insiste: “El día que nosotros tengamos un solo dólar y que no haya brecha, que no haya cepo, y que podamos cumplir lo que decimos, vamos a creer los propios argentinos que tienen la plata afuera, la van a traer, después van a traer los fondos de más riesgo, después los fondos de menos riesgo. Pero Argentina necesita un shock de inversión. Y para dar un shock de inversión tenemos que ser confiables”.
En ese punto, a Demicheli le preguntaron si no se sentía frustrado con un gobierno que, en materia de política agropecuaria, gastó siete meses en internas entre el sector comandado por el ministro de Economía Luis Caputo y su secretario Juan Pazo, contra otro sector que enarbolaba la bandera de la “bioeconomía”, y que lideró el despedido secretario Fernando Vilella. La pregunta no era ociosa, pues el CEO de AdBlick fue quien convocó a 150 empresarios agropecuarios de primera línea a escuchar el proyecto del ex decano de la Fauba en diciembre pasado, antes de que asumiera. Y volvió a convocarlo hace diez días atrás, para que hablara en su tradicional “día del inversor”.
-Estuviste junto a Vilella en el antes y en el después de una frustración para mucha gente que apoyaba la biocoenomía. ¿Lo sentís así?
-Yo creo que más allá de los títulos y los nombres de bioeconomía o demás, hoy nosotros como país tenemos una ventaja comparativa que es el agro argentino, y ese agro tiene que generar agregado de valor en distintas fases de la cadena. Entonces, cuando uno habla de bioeconomía lo que en el fondo estaban tratando de expresar es cómo generamos más agregado de valor a nuestra producción primaria, ya sea a través de convertir cereales en proteínas, ya sea a través de convertir oleaginosos en biodiesel. De alguna manera ese es el marco fundamental para que nosotros podamos salir a competir con países que son países similares a nosotros, donde el agregado de valor les resulta más fácil, como puede ser Australia, como puede ser Nueva Zelanda en lechería, lo que es ganadería de Uruguay, lo que nos ha pasado con Paraguay, ni hablar de la explosión que tuvo Brasil en los últimos 20 años en la producción de soja.
-En el gobierno de Milei se dejó de hablar de todo eso…
-A mí me frustró que no se pueda trabajar en conjunto, complementando habilidades. Todos tenemos habilidades y todos tenemos nuestras anclas. Los equipos exitosos son los que de alguna manera generan complementariedades en esas habilidades. Lo que yo creo es que cuando se ponen egos o intereses personales por adelante, es donde los equipos emprendedores fracasan. Para dar vuelta la situación que tenemos en el agro, tenemos que complementarnos el sector público y el sector privado, con la ayuda de las cámaras, para ser un poco exitosos.