Carlos Riusech es uno de los principales empresarios del sector exportador de carne vacuna, que este año vuelve a sentirse importante con envíos al exterior de 500 mil toneladas res con hueso y generando divisas por cerca de 2.000 millones de dólares. Titular del frigorífico Gorina, ubicado cerca de La Plata, Riusech celebró la reapertura del mercado de Estados Unidos a los bifes argentinos luego de 18 años.
En diálogo con Bichos de Campo, el industrial estimó que los primeros embarques podrán llevarse a cabo en unos 60 días por alguna de las diez plantas que actualmente cuentan con habilitación sanitaria.
“En principio nos están diciendo que tendríamos las 20 mil toneladas que tuvimos en otros momento, hasta la última oportunidad que tuvimos de exportar a Estados Unidos en 2001. Ese cupo no pagaría arancel, y los cupos adicionales por encima de ese volumen abonaría un arancel del 26%”, explicó Riusech.
Escuchá a continuación la entrevista completa con el titular de Gorina:
-¿Y qué es lo que le podremos exportar a Estados Unidos?- preguntó Bichos de Campo a Riusech.
-Cada empresa está viendo cual va a ser su estrategia comercial. Pero en grandes números, Estados Unidos consume lo que produce y que exporta lo que importa. Eso es un cálculo tradicional. Lo que importa en su gran mayoría es lo que ellos llaman materia prima para producción y luego exportan con valor agregado. Ese es más o menos el comportamiento histórico de Estados Unidos. Sin embargo no deja de haber muchos nichos para productos de calidad superior. Hay un buen nicho también para carne de pasto, aunque ellos valoran mucho la carne de corral o feedlot. Y también puede llegar a haber espacio en ciertos supermercados, con carnes con certificación orgánica.
Riusech señaló que para ubicarse en el enorme mercado de carnes de Estados Unidos, que importa cerca de 1,3 millones de toneladas anuales de carne vacuna (la mitad de la producción total de la Argentina), “cada país tiene su propia estrategia. Los uruguayos le venden productos para manufactura, mientras que Australia le vende productos enfriados de alto valor”, indicó.
El empresario consideró que los primeros embarques concretos tras esta habilitación sanitaria podrán realizarse cuando se cumpla con un tramite administrativo que extienda los permisos vigentes, hoy solamente para vender carne termoprocesada, a los cortes congelados y enfriados. “Hecha la consulta con Senasa, se estima que debería salir en un plazo de 30 a 60 días”, apuntó.
En ese plazo, según evaluó Riusech, las autoridades de la Secretaría de Agroindustria deberían realizar una distribución del cupo arancelario de 20 mil toneladas entre las plantas autorizadas por el gobierno estadounidense, que son solamente diez. “Esas diez plantas son las que reúnen los requisitos sanitarios necesarios para exportar a Estados Unidos. Después se ampliará” ese listado, evaluó el titular de Gorina.
¿Y cómo sigue la película? Riusech añadió que el sector ahora va por la apertura de Japón y Corea del Sur. “Son dos mercados donde tenemos grandes aspiraciones. En Japón ya hay una planta (la patagónica Fridevi). En Corea la Argentina ha empezado un camino largo, pero necesario para poder exportar”.
-¿Y ya se puede exportar cortes enfriados y con hueso a China, según el nuevo protocolo firmado este año?
-Respecto de China, hay detalles técnicos que en alguna medida dificultan el comenzar (con esas exportaciones). Está el famoso tema de la tuberculosis. Estamos en los últimos aprontes para comenzar con carne con hueso y carne enfriada. Avanzamos un paso y tenemos que solucionar alguna dificultad, pero se avanzó porque antes no teníamos nada. Tenemos que verlo como un círculo virtuoso que se va a poder solucionar.