Esta cosecha de granos finos será la primera que estará bajo las condiciones impuestas por el Gobierno Nacional de Javier Milei. Tanto trigo como cebada, sembrados entre marzo y abril de este año, serán cosechados bajo los designios del presidente libertario.
Si bien hasta ahora los indicadores previos a la cosecha hablan de una buena campaña de invierno, hay quienes afirman que con estas condiciones, la cuenta para los productores da en terreno negativo.
Exponente de esta idea es Maximiliano Abraham, presidente de la Bolsa de Cereales y Productos de Bahía Blanca, en pleno núcleo triguero. En la zona de influencia de Maximiliano, se dan los mejores rendimientos tanto de trigo como de cebada, y por el puerto de esa región se exporta gran parte del cereal cosechado que va a otros países.
Para Abraham, esta campaña de fina será “de buena a muy buena”, pero tendrá un aspecto perjudicial para los productores, que es la carga fiscal, principalmente retenciones.
“Probablemente en la cuenta de almacenero o en el Excel del productor, muchísimos de los que fuimos a visitar les dé negativo, les dé en contra”, dijo Abraham, luego de bajarse de una camioneta que lo llevó a recorrer productores agrícolas a lo largo del AgroTour.
Profundizando en esta cuestión, el presidente de la entidad bahiense afirmó: “No estamos siendo rentables por el simple motivo de que las cotizaciones internacionales lamentablemente vienen cayendo. Pero esa caída hace que la erosión que provoca la distorsión de precios que nos provocan las retenciones, que ya hemos perdido la cuenta de los años que venimos soportándolas, sea peor”.
El directivo recordó que esta cosecha libertaria, contará con las condiciones macroeconómicas asumidas en diciembre de 2023. Es por eso que insiste en que la eliminación de retenciones fue una de las promesas de campaña de este gobierno, que lejos de disminuirlas, intentó subirlas por medio de un proyecto de ley.
Al respecto Abraham espetó ante el micrófono de Bichos de Campo: “Creo que el sector ha dado un tiempo muerto a este nuevo gobierno, entendemos todo, pero también fueron ellos quienes prometieron reducirlas o eliminarlas directamente. Lamentablemente la situación mundial nos hace estar cada vez más activos con ese reclamo y esperando esa reacción, esa respuesta, aunque sea algo progresivo”.
A esta aseveración, Abraham le agrega lo que puede llegar a pasar en la próxima campaña, si es que nada cambia: “Hoy por hoy, la mayoría de los lotes que fuimos a recorrer probablemente no sean rentables. Eso me imagino yo, que a la hora de tomar decisiones de siembra para la próxima campaña, va a pesar”.
Mirá la entrevista completa con Maximiliano Abraham:
El directivo de la entidad del sur de Buenos Aires manifestó respecto al tema de los precios: “Estamos resistiendo. Todos estamos afectados por el precio. Quienes están en la producción, en el transporte, en el acopio, en el servicio, en la comercialización, en la molienda o en la elevación, todos estamos afectados por la variable precio. Nos está afectando a toda la cadena en general”.
Consultado sobre la presión de las retenciones sobre los márgenes agrícolas, y el énfasis que pone en reclamar buena parte del sector agropecuario a este gobierno en detrimento de anteriores, Abraham responde: “No es el único tributo que nos saca de la huella”.
Sin embargo, el especialista responde a título personal despegando a la entidad que preside: “Si bien es un reclamo que está latente, todavía hay cuerda. Todavía podemos decir ´aguantamos un poco más´. Es lo que uno percibe de la charla que tiene día a día con productores”.
Respecto del futuro de la zona y de la realidad productiva, Abraham también contesta cómo evalúa el ánimo de los productores trigueros para 2025 bajo estas condiciones: “Yo no me imagino mucho entusiasmo, ni mucho énfasis, ni mucha locura por salir a manotear y a arrendar. Quizás haya que ser más selectivo con los cultivos, o buscar algún cultivo más rentable, y salir de aquellos que te llevan al quebranto. Hoy por hoy, si somos serios y pensamos para adelante con un planteo de números en la mano, es para pensarlo más de una vez a la hora de sembrar, lamentablemente”.
En este sentido, Abraham cree que la irrupción de nuevos cultivos “energéticos” como camelina o carinata que sirven para la elaboración de biocombustibles que pueden alimentar a la industria aeronáutica, si bien es algo latente, puede resultar una buena opción ante los magros márgenes.
“Eso está. Eso está latente. Muchas de las empresas ya empiezan a mostrar folletería con respecto a esos productos. Creo que los productos todavía no han demostrado todo el potencial de adaptación. De hecho, algún cliente este año sembró en la zona de Casbas, y los resultados no fueron los esperados. Es un proceso, no podés entrar a jugar a un campeonato que no conocés del todo las reglas, pero se empiezan a evaluar alternativas, saliendo de productos tradicionales, y entrar cada vez más en specialities, como para tratar de mejorar el número”, argumenta el directivo bahiense.
Con este hilo de la conversación, decidimos preguntarle a Abraham que considera que se puede hacer para motivar al productor y que esa cuenta de almacenero comience a dar positiva: “Es una pregunta difícil, porque la lógica indica que quizás hace años ya tendríamos que haber empezado a resignar superficies de siembra, en distintos cultivos, o que queden campos ociosos. Pero siempre aparece un jugador nuevo, siempre aparece un interesado. Yo a veces charlo en broma con algún cliente, que uno reconoce que los números están difíciles, pero le digo que vayamos al club de la esquina, que comente en voz alta que va a dejar el campo de 80 hectáreas que tiene alquilado acá a una legua. Esa misma tarde a la dueña la llaman 25 personas para alquilarle el campo. Hay algo, hay una cosa difícil de explicar, que no la respaldan los números. Quizás esté respaldado en una cuestión de escala, quizás de mejorar u optimizar los procesos de producción, pero la superficie no cae. Si con 300 no alcanza, se arriendan 300 más y vamos por más. Es lo que uno percibe”.