El Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral realizó un nuevo informe a partir de su Ag Barometer Austral, una medición sobre la confianza que siente el productor argentino con para con el sector, sus inversiones, decisiones y ventas, y demostró una nueva caída en la confianza. El trabajo se realizó sobre un muestreo de 406 productores que facturan más de 200.000 dólares anuales.
La caída en este índice de confianza se corresponde con varios factores. A nivel externo los precios de la soja y del maíz bajaron respecto a los valores de principio de año, aunque siguen siendo buenos en relación al último año. Sin embargo en el frente interno, la decisión de trabar las exportaciones de carne es percibida como no exitosa y existen temores de potenciales de nuevas intervenciones en otros mercados como el maíz, algo sostenido por el 60% de los encuestados. La proximidad de las elecciones también sumó a la incertidumbre.
Cuando se consultó a los productores por el potencial éxito del Plan Ganadero anunciado por el gobierno nacional, tres cuartos de los encuestados indica no tener nada de confianza en el éxito del plan.
El índice de Condiciones Presentes, que incluye la situación financiera actual comparada con un año atrás y la oportunidad para realizar inversiones en activos fijos, cayó un 15%. Por su parte el Índice de Expectativas Futuras, que incluye percepciones acerca del futuro de la explotación agropecuaria y del sector agropecuario en general, en horizontes de tiempo de 1 y 5 años, mostró también una caída del 11%.
El 25% de los encuestados manifestó estar guardando soja como reserva financiera para pagar alquileres y otros gastos; 12% indicó que guarda soja como reserva ante la incertidumbre económica y otro 11% como estrategia comercial. El 13% aseguró no tener ningún remanente de granos.
También se mencionó el aumento en la disparidad de cotizaciones entre los insumos y productos. El impacto más grande se vio en la soja, donde prácticamente la mitad de los productores indicaron que las relaciones entre insumo/producto subieron a un nivel que en algunos casos arroja pérdidas. Aún así el 42% consideró que la rentabilidad sigue siendo buena o al menos estar cubierto por compras anteriores a precios más bajos.
De esta forma, el trabajó concluyó que tres cuartas partes de los participantes prevén malos tiempos para el sector en los próximos doce meses. Esto implica un aumento de 10 puntos en el pesimismo respecto al mismo estudio realizado en mayo de este año.