Un grupo de trabajo del INTA Anguil, en La Pampa, desarrolló los “comederos Inteligentes” para el ganado. La innovación permite evaluar el consumo individual y el comportamiento de cada animal en el momento en que se alimenta. Como el desarrollo no existía en Argentina, los investigadores fueron premiados con el Oro durante la XIII edición de los Premios CiTA a la Innovación Tecnológica 2018.
“En Argentina no había todavía desarrollo de este tipo. Los comederos miden el consumo individual de cualquier animal que uno quiera evaluar, ya sea un toro, vaca, novillo o ternero. Se coloca una caravana con un chip en la oreja del animal, para que, cuando ingrese al comedero a realizar el consumo de alimento, el sistema lo identifique. A su vez el comedero contiene una balanza que pesa el alimento de manera continua y mide el consumo de alimento. En función de eso, se genera un algoritmo para, al final del día, saber cuánto consumió cada individuo en determinado período de tiempo, incluso aunque estén todos mezclados, ya que podemos tener hasta 5 animales consumiendo en un comedero”, explicó a Bichos de Campo Ricardo Garro, investigador de la Experimental en Anguil.
“Empezamos a trabajar en este proyecto hace dos años junto a ingenieros agrónomos, veterinarios e ingenieros electrónicos y en sistemas. El grupo permanente de trabajo es de cinco personas, pero también colaboró gente de la experimental. Hoy tenemos unos 8 comederos con 43 toros consumiendo de ellos. Y cada 14 o 21 días pesamos esos animales, y así podemos determinar cuáles son los más eficientes de ese consumo”, agregó el investigador. El grupo aplicó la denominada “Internet de las Cosas”, que consiste en interconectar a la red objetos utilizados en la vida cotidiana. En este caso, los comederos de las vacas.
Escuchá lo que nos decía Ricardo Garro, del INTA Anguil, La Pampa:
Una de las tantas cosas que estos comederos inteligentes permiten es evaluar la conversión de alimentos a carne. Pero también se pueden evaluar comportamientos animales, para ver cuáles son los más dóciles; o bien detectar animales enfermos, e incluso testear diferentes dietas.
Evaluar cuánto come cada animal de modo individual no era algo común en la Argentina. Donde mayor conocimiento tuvo este tipo de tecnologías es en Canadá, Nueva Zelanda y Brasil. “Lo que hicimos nosotros fue adaptarlo a la Argentina, y hoy estamos trabajando con varias empresas privadas para intentar hacer la transferencia del desarrollo. En el INTA ya tuvo su etapa madura. Ahora es tiempo de que lo adquiera una empresa privada y lo desarrolle”, declaró Garro.
Este es el momento en que era reconocido el grupo de INTA Anguil con el premio CITA oro, por su desarrollo:
Este prototipo que surgió en el campo experimental de Anguil, podría tomar nuevas dimensiones. “Tenemos pedidos para llevar las pruebas a establecimientos en Buenos Aires, y también nos pidieron evaluarlo en vacas de tambo, para analizar la conversión de kilogramos de alimento consumido a litros de leche producidos”, explicó Garro.