Se sabía que esto iba a suceder, porque ya había pasado en otros censos. Cosa de mandinga. Pero son tan abrumadoras las diferencias entre las existencias ganaderas registradas por el trabajo a campo de los encuestadores del INDEC respecto de las cifras de stock que maneja habitualmente el Senasa, que los datos finales surgidos del Censo Nacional Agropecuario 2018 no pueden ser tomadas demasiado en serio. Lamentablemente, claro, porque ha sido este un esfuerzo monumental que merecería tener mejor destino que un tacho de basura.
Esperamos -necesitamos- que estas dos estadísticas públicas comiencen a converger a partir del acuerdo que meses atrás anunciaron el INDEC y el Senasa para ajustar sus metodologías, que por cierto no tienen nada que ver. Uno censa a productores que pueden o no responder, o también pueden falsear sus delaraciones, o simplemente no recordar que tienen una majada de ovejas en el campo, pues la considera parte del ambiente. El Senasa, en tanto, construye su estadísitca a partir del registro sanitario Renspa, de los movimientos de hacienda y de las actas de vacunación. En fin: en materia de bovinos, hay una diferencia de 14 millones de cabezas, nada menos.
En Bichos de Campo decidimos hacer la vista gorda a este pequeño detalle para concentrarnos en los datos ofrecidos por el CNA 2018 que creemos sí son muy útiles para tener una correcta radiografía del sector ganadero argentino. Finalmente el Censo puede resultar incompleto o fallido en alguno de sus resultados, pero es por lejos la mejor fotografía que existe sobre el agro local.
En materia de bovinos, finalmente, esta fotografía abarca 130.803 explotaciones que declararon dedicarse a la producción bovina, donde hay 40.411.905 cabezas. No es poco, aunque Senasa hable de 205 mil Renspa activos (tenedores de vacunos) y de un stock de 54 millones de cabezas.
Teniendo claro esto, hay datos muy interesantes que surgen del Censo:
- El 76% de las explotaciones censadas llevaba a cabo una producción con finalidad comercial, mientras que el 24% restante declaró producir para el consumo en la explotación.
- El 90% de las EAP con orientación productiva comercial realizaron una orientación productiva única (exclusiva).
- Las hembras en servicio representaron un 38% del rodeo total.
- El 70% de las EAP que indicaron forma de alimentación declararon alimentación a campo con suplementación.
- El 96% de las EAP con rodeos que implicaron manejo reproductivo declararon servicio natural, 14% practicaron inseminación artificial, y el 86% realizaron reposición con hembras propias.
- El 63% de las EAP realizaron el primer entore por edad.
- El 32% de las EAP realizaron el destete con 6 meses o menos.
Este mapa también es muy interesante, pues confirma dónde se ubican las mayores existencias ganaderas.
Entre los campos con orientación comercial, los que se dedicaban a la cría fueron las de mayor representatividad, con 48.966 EAP; mientras que las que se dedicaban a realizar el ciclo completo fueron las que presentaron mayor cantidad de existencias de ganado, con 14.292.462 cabezas.
En cuanto a las prácticas de manejo que se adoptan en los rodeos, del total de las 99.569 EAP con orientación productiva comercial, el 96,3% realizaba alguna práctica de manejo alimenticio. Los que reconocieron hacer engorde a corral fueron 9.600 establecimientos.
De unos 30 mil establecimientos que declararon de qué forma suplementaban a sus animales, la mayoría combinó reservas forrajeras y granos.
Una abrumadora mayoría de los establecimientos, del 96,6%, informó al INDEC que desarrollaba algún tipo de manejo sanitario. De los 90 mil productores ganaderos que hacen manejo reproductivo, solo 13 mil hacían detección de celo, unos 21 mil hacían control de la fertilidad del toro y la mayoría declaró realizar el primer entore de vaquillonas a los 22 meses promedio de vida.
De esos mismos 90 mil campos ganaderos, nada menos que 82 mil establecimiento realizaban el servicio natural a campo, mientras que 12 mil realizaban inseminación artificial y menos de 1.000 hicieron transplante de embriones.
En la abrumadora mayoría de los campos ganaderos el destete de los terneros se producía después de los 180 días o seis meses. La mayor parte de los ganaderos, en tanto, siguen haciendo reposición de hembras con sus propias crías, sin recurrir a la compra de campos externos al suyo.
De las 130 mil explotaciones ganaderas relevadas, solo 6.004 declararon desarrollar actividad de tambo y solo 3.903 declararon dedicarse exclusivamente a esa actividad. En este punto también hay muchas diferencias con otras estadísticas oficiales, que hablan de entre 9.000 y 10.000 tambos.
El INDEC contabilizó un total de 1.629.267 cabezas lecheras. Del total de tambos, el 69,9% tenía guacheras y el 46,8% realizaba control lechero.
En otro capítulo, El Censo registró que las tres razas preponderantes en las EAP destinadas a cabaña bovina fueron Aberdeen Angus (55%), Hereford (19%) y Bradford (16%). En tanto, el 92% de las EAP con tambo presentaron bovinos Holando Argentino.
En materia de comercialización, 30.606 EAP (31%) realizaron su primera venta de ganado en pie a otros productores, ,mientras que 25.818 de EAP (26%) lo hicieron en remate feria.
Una cifra de 4.450 de las EAP con rodeo de tambo (el 74%) realizaron la venta de leche a industrias lácteas. Solo el 12% de los tambo declararon realizar procesamiento de leche para la elaboración de productos dentro del propio establecimiento.