En Córdoba, los controles sobre el comercio de productos agroindustriales no se detienen. Esta vez, el foco estuvo puesto en el expendio de zooterápicos, productos destinados al uso veterinario, donde se detectaron graves incumplimientos en la ciudad de San Francisco, dentro del departamento San Justo.
El Ministerio de Bioagroindustria de la provincia informó que, a través de la Dirección General de Fiscalización y Control, realizó inspecciones en varios comercios con el objetivo de constatar el cumplimiento de la Ley Provincial N° 6429, que regula la venta de este tipo de productos.
El resultado dejó tres establecimientos clausurados preventivamente y se interdictaron más de 2.500 productos zooterápicos que se comercializaban sin habilitación ni inscripción ante el Ministerio. Además, ninguno contaba con la dirección técnica de un médico veterinario regente, requisito indispensable para garantizar el uso seguro y trazable de estos insumos.
En paralelo, otras veterinarias de la zona fueron intimadas a regularizar su situación, mediante la habilitación o renovación de su registro oficial.
“Los productos destinados al uso veterinario solo pueden expenderse en establecimientos habilitados y bajo la dirección técnica de un profesional veterinario”, recordó el organismo, que subrayó que estas normas buscan “garantizar la trazabilidad y la seguridad en su utilización”.
Las actuaciones en San Francisco se suman a una serie de operativos de fiscalización que el Ministerio viene realizando en distintos puntos de la provincia, en aplicación de las leyes N° 5142 y su modificatoria N° 6429, que establecen las condiciones para la comercialización responsable de productos zooterápicos.
Durante los últimos meses, Córdoba ha sido escenario de múltiples clausuras en el ámbito agroindustrial, contando depósitos de fitosanitarios en Hernando, acopios clandestinos de envases en Idiazábal, centros de venta de agroquímicos sin habilitación en Río Cuarto y Villa Valeria, e incluso molinos y aceiteras con inconsistencias administrativas en Las Junturas y Laguna Larga.
Desde el Ministerio remarcan que la habilitación de los locales no es un mero trámite burocrático, sino una herramienta que permite controlar la trazabilidad de los productos veterinarios y agroquímicos.
Sin ese control, se pierde la posibilidad de rastrear orígenes, lotes, fechas de vencimiento o condiciones de almacenamiento, lo que puede afectar la salud animal y humana, además de generar competencia desleal frente a quienes sí cumplen la normativa.