El agrónomo Claudio Kvolek ha sacado su primer libro y eso de por si ya es una buena noticia. El trabajo se llama “Gestión Ambiental Pecuaria” y reúne todo el aprendizaje que acumuló este profesional desde que, hace muchos años en el 2000, dedicado entonces como estaba al análisis de la física del suelo, alguien le preguntó si podía echar estiercol de un feedlot para mejorar cierto lote de campo.
Así empezó todo. Claudio se transformó con el correr de los años en un especialista en el aprovechamiento de los desechos orgánicos que se producen -inevitablemente- en los establecimientos ganaderos intensivos. Ahora comparte sus aprendizajes en este libro editado por Orientación.
Mirá la charla que tuvimos con Kvolek:
Claudio ahora se permite mirar todo a la distancia y, como sigue vinculado a la tarea de análisis de suelos, cuenta con una inmensa cantidad de datos que le permiten evaluar que los residuos orgánicos, buen utilizados, se pueden transformar en un beneficio más que un problemas para los feedlots, los criaderos de cerdos o gallinas, o los tambos.
“Los ensayos en lotes que tuvieron aplicación de estiercol mostraron hasta 35 milímetros de incremento de lámina por metro”, dice el experto, dando por sentado que un correcto manejo de los desechos orgánicos permite a los productores mejorar las condiciones físicas, en especial la reserva de agua, de sus suelos. De esos ensayos justamente habla en su opera prima.
Dice el agrónomo que “la idea de valorizar los desechos es tratar de ponerle un precio. La materia orgánica tiene un valor pero no tiene precio. Lo que yo quiero explicar en el libro es que esa materia orgánica puede trasnfomarse en más rendimiento a futuro, para de alguna manera capturar ese valor”. Esto, además de ejecutar un plan responsable de gestión de esos residuos, que no afecte el medio ambiente.
“Lo primero que uno debe hacer con esos residuos (por no decir bosta y orina) es no tirarlos así como están. Por dos razones. Una es que contaminan. La otra es que hay factores que también tocan el bolsillo. Por ejemplo, si yo hago un proceso de compostaje sencillo, logro que los volúmenes de residuos puedan bajar, un 30%, 40% y hasta un 50%. Es decir que la logística de tirar eso al campo mejora mucho. Y voy a gastar la mitad de litros de gasoil”, explicó el especialista.