El Senado de la Nación convirtió en ley dos iniciativas oficiales que desde hace tiempo reciben fuertes críticas de parte de la dirigencia rural y de otras entidades del sector. No escucharon los legisladores los planteos del sector.
La primera que se aprobó fue la del manejo del fuego, que surgió tras los incendios que este año se produjeron en diferentes regiones productivas afectadas por una fuerte sequía muchas de ellas y sin que se puede determinar la causa de los mismos.
Esa normativa prohíbe darte otro destino al campo incendiado por un plazo de por lo menos 30 años lo que a criterio de la dirigencia rural es un avasallamiento de la propiedad privada, pone en riesgo las inversiones y el desarrollo económico y por eso planean contrarrestar esto con iniciativas legales.
Al respecto Jorge Chemes, el presidente de CRA, dijo que: “esto va a llevar que no se tenga respeto por la ley y a acciones judiciales, creo que va a haber mucha actividad en acciones judiciales e incluso desde CRA hace meses que trabajamos con juristas para ver qué posibilidad hay de accionar contra esto que es una falta total de sentido común, de criterio y conocimiento, si tengo que definir estas leyes (en referencia también al impuesto a la riqueza) diría que es un mamarracho”.
Chemes dijo que “se castiga al damnificado que sufre la desgracia del incendio”.
Por su parte Carlos Achetoni, el presidente de Federación Agraria Argentina, señaló que: “la imposibilidad de cambiar la disponibilidad que tenía ese suelo o de venderlo está limitando por todos lados las posibilidades (de crecimiento) y toma como delincuente al productor sin saber si fue accidental o intencional o fue un tercero intencional. Es una ley llena de vacíos y sombras o intereses ocultos”.
Con relación al impuesto a la riqueza el dirigente de FAA indicó: “si bien no son muchos los alcanzados en nuestra entidad es un impuesto indebido y superpuesto con el de bienes personales. Digo porque afecta los activos patrimoniales en disposición para la producción, no va sobre lo suntuoso y la fastuosidad. Afecta a lo que puede generar riqueza o empleo, se genera más presión impositiva para lo que trabajan”.
Achetoni reclamó a la dirigencia política que “se autonomine para hacer esfuerzos, están para convertirle los momentos adversos en oportunidades a la gente y eso no se ve”.
Chemes agregó que “esto demuestra la falta de conocimiento de lo que es producir en el campo, se muestran diagnósticos equivocados y hasta una animosidad política, Se busca una confrontación continua con el sector”.