Las exportaciones de carne de agosto alcanzaron un nuevo récord mensual. Los embarques fueron de 94.000 toneladas, superando al registro de mayo, cuando se despacharon 93.700 toneladas.
De este modo los frigoríficos argentinos ya despacharon en los primeros 8 meses del año 622.690 toneladas peso producto o 900.000 toneladas res con hueso.
El récord de agosto se alcanzó contemplando los despachos de huesos con restos de carne, que según algunos analistas no correspondería contabilizar para poder hacer una comparación correcta con los registros de años anteriores a la apertura de esta posición arancelaria de parte de China. Los huesos suman 13.000 toneladas.
Si en lo próximos meses se sostienen en estos niveles, y teniendo en cuenta que todavía resta 4 meses por contabilizar en 2023, las ventas al extranjero de carne vacuna superarían con comodidad el millón de toneladas y así se establecería un nuevo récord anual. Esto a pesar de las restricciones que impone el gobierno a determinados cortes, los cupos entre frigoríficos, y a los problemas de competitividad que tiene el sector consecuencia del desdoblamiento cambiaria y los derechos de exportación.
Esa situación cambiaria hace que el precio en dólares oficiales de la hacienda sea la más cara del Mercosur, pero si se traduce al dólar libre el valor que cobran el productor es por mucho el más bajo de la región.
En cuanto a la generación de divisas, en agosto las ventas significaron una facturación de 253.600 millones de dólares lo que significa que el valor promedio por tonelada exportada fue de 2.700 dólares, el valor más bajo de todo el año.
El precio más alto se alcanzó en marzo y fue de 3.113 dólares por tonelada. La caída en agosto respecto del valor de ese mes fue de 13%.
Teniendo en cuenta que la producción de carne vacuna en agosto fue de 278.00 toneladas res con hueso, si se restan las 94.000 embarcadas el consumo interno dispuso de 48,5 kilos por habitante al año. Es decir, son 2 kilos menos que el promedio enero-julio, pero lo mismo que se logró en 2022.