Aunque seguramente no le guste el calificativo de “empresario frigoríficos más influyente” que elegimos para el título de esta nota, porque es cultor del perfil bajo, no hay duda de que Carlos Riusech es eso que describimos. Histórico propietario del frigorífico Gorina y vicepresidente del Consorcio ABC, que agrupa a las plantas que exportan el 80% de la carne vacuna de la Argentina, suele ser Riusech quien aparece siempre timoneando las negociaciones más sensibles entre el sector y los diversos gobiernos.
El programa especializado en negocios ganaderos Mercadovisión, que se emite por Canal Rural, tuvo el buen tino de entrevistar a este empresario justo cuando se produce este martes, primer día hábil de 2024, la apertura total de las exportaciones de carne vacuna, después de más de dos años y medio en que estuvieron cuotificadas, por un lado, y donde además rigió la prohibición de exportar siete cortes de consumo popular (asado, vacío, falda, matambre, tapa de asado, nalga y paleta).
¿Qué va a suceder con las exportaciones? ¿Se producirá una estampida de los precios internos? ¿Desaparecerá la oferta de carne del mercado local? El conductor del programa, Silvio Baioco, le trasladó a Riusech muchas de las preguntas que se hacen los consumidores por estos momentos frente al cambio de reglas de juego. ¿Podremos seguir comiendo carne?
-A partir de hoy se levantan las restricciones. ¿Cuál es la mirada de ustedes sobre este aspecto?
-Por supuesto que la mirada es muy positiva porque estamos convencidos que esta resolución va a permitir a todo el sector de ganados y carnes expresar su máximo potencial.
-¿Qué mercados potencialmente aceptarían en primera instancia esos siete cortes del parrillero, teniendo en cuenta que, por ejemplo, el mercado europeo no demanda tanto este tipo de productos?
-Ese parrillero, como decís vos, es asado, vacío, matambre, falda, tapa de asado, nalga y paleta. Paleta, por ejemplo, estaba permitida para Israel, pero de repente en Chile estaba prohibidas tanto la paleta como la nalga, que son dos cortes que suelen ir. Todo esto origina un análisis que de repente no es tan lineal. Si uno dice cuánto representaban estos cortes, nosotros calculábamos alrededor de 39 kilos todo el set. Entonces eso te da una cuenta muy rápida que representa alrededor del 28% o 30% de los kilos con hueso de un novillo.
En base a estas cuentas, es factible calcular que se libera una tercera parte de los cortes que estaban prohibidos para la exportación. Pero esto no significa, a juicio del empresario, que todo ese porcentaje vaya a sumarse en 2024 a las exportaciones de carne de 2023, que cerraron en elevadas 920 mil toneladas.
“Uno piensa que la exportación tiene posibilidad de crecer un 28/30%, y la verdad que eso no es tan así, porque primero de ahí habría que deducir todo lo que era libre, por ejemplo la vaca D y E. o lo que iba dentro de cuota Hilton o la cuota 481”, aclaró Riusech, que de todos modos afirmó que “todo esto va a originar algún tipo de reacomodamiento, tal vez algún corte se va a vender con mejor valor en algún mercado y va a ser cambiado por otra carne, por ejemplo para la elaboración de algún chacinado, la elaboración de alguna hamburguesa o de algún otro elaborado”.
“Por supuesto que esto va a permitir incrementar las exportaciones, pero vamos a ver cómo se comporta el mercado”, enfatizó, para luego comentar que “hay plantas que ya han comenzado inclusive a producir estos cortes que empezarán a despacharse a partir de ahora”.
-¿Esto podría llegar a tener algún tipo de repercusión en el precio de estos cortes tan sensibles para el consumo interno? ¿Qué mirada tienen sobre esto?
-No, nosotros pensamos que no. Creemos que el mercado interno está totalmente abastecido, y creemos que también los que tenemos compromisos de abastecimiento del mercado local los vamos a seguir respetando, es un mercado también muy digno. En definitiva, el 70% o algo más todavía de la carne se consume y se comercializa localmente. Por eso no creemos eso, y si nos gusta y nos entusiasma el mensaje de largo plazo, porque es el que te va a permitir que después haya cada vez más oferta.
Mirá la entrevista completa de MercadoVisión:
Más tarde, Baioco preguntó a Riusech por las nuevas retenciones que planea cobrarles el gobierno a los exportadores, y que en el caso de la carne elevarían el peso del producto del 9 al 15%.
“Por supuesto que nosotros preferiríamos, si tuviésemos que optar, que no existiesen retenciones, pero cuando te explican el plan global, y uno en lugar de mirar la foto trata de mirar una película, tal vez resulte atendible para esta primera etapa. Cuando uno mira ese plan integral de entrada, la verdad que está muy centrado en la reducción del déficit fiscal, y parte de esa reducción se basa, como ya es público conocimiento, en reducción de gastos, provincias, obras públicas, subsidios, pero evidentemente el déficit es muy importante y se zanja con dos impuestos base, uno las retenciones y el otro el Impuesto País. Creo que para esta primera etapa todos tenemos que comprender, todos tenemos que apoyar, todos tenemos que tratar de que el nuevo gobierno pueda gestionar lo más tranquilo posible dentro de la situación de crisis que atraviesa el país”, replicó Riusech.
-¿Les preocupa el tema competitividad con este nivel de inflación que está sufriendo la economía argentina, más allá de lo que significó la devaluación en su momento?
-Siempre. Modernización, productividad, formalidad, son todos términos que van de la mano, es poco probable que uno pueda entender uno sin entender los otros. Entonces siempre nos preocupa, como te dijimos, queremos ver cómo se desarrollan las variables. El gobierno lo tiene claro, tiene que haber todo un reacomodamiento de precios relativos, estamos viviendo ese proceso. Por supuesto que frente a la inflación esperada en los meses de diciembre y de enero, el tema nos preocupa. Nosotros tenemos además otros espejos en los cuales mirarnos, que es qué pasa con el valor del ganado en los países vecinos, en Uruguay, Brasil y Paraguay. Ahí tal vez haya un pequeño semáforo, una pequeña llamada de atención: luego de la devaluación en Argentina todavía estamos más caros, no estamos nivelados en precios con el valor del novillo, en los demás países vecinos.