Docente en la Universidad de San Pablo, en Tucumán, Carlos Federico Kohn integra desde hace décadas el negocio de la carne y entiende sobre el sistema productivo y comercial de esa cadena. Escribió estas líneas para Bichos de Campo analizando el reciente anuncio del gobierno, que redujo 25% el nivel de las retenciones para la carne vacuna, que ahora serán del 6,75%, pero a la vez discriminó positivamente -con una tasa de 0%- a la carne proveniente de la categoría vaca.
“¿Por qué segmentaron las retenciones a la exportación de carnes vacunas? Cuando surge una pregunta ante una acción, es que existe una respuesta. En el caso de las medidas que llevan las retenciones a 0% para todas las categorías de vacas y dejan en 6,75% a las de novillo, se esconde una razón de mercado que desnuda al creador intelectual de esta rareza.
Por un lado la categoría vaca gorda (A, B y hasta C según tipificación) que va a consumo interno está creciendo en volumen producto de la pauperización del consumidor argentino. Un segmento en años anteriores minúsculo del mercado hoy crece de forma exponencial, en particular en carnicerías de barrio.
A nivel productivo, siendo una vaca no en muy malas condiciones, son al menos atractivas para los productores que cuentan con maíz y soja, si no es propio al menos cercano. Con un planteo de bajo presupuesto, una vaca engorda en menos de 70 días cambiando de categoría y ganando incluso algunos kilogramos.
Veamos los números. Hoy una vaca conserva o manufactura, o sea flaca (que es la que requiere el mercado chino), tiene un valor de 1.000 pesos por kilogramos, según la fuente MAG Cañuelas. Una vaca buena gorda que puede ir a consumo está en 1500 pesos por kilogramo.
Los costos de producción -esencialmente la alimentación suplementada-, hoy están en valores atractivos por el bajo precio de los commodities en particular en la Argentina por vía de las retenciones, el tipo de cambio, el cepo. Según fuentes serias (Márgenes Agropecuarios y propias) el costo es de 170 dólares oficiales y el movimiento de Mixer y personal de 20 dólares por cada vaca y ciclo de engorde.
En limpio, si vendo la vaca como flaca (de 400 kilogramos por ejemplo), me pagan 400.000 pesos. Si la engordo y gana al menos 30 kilogramos, quedando en 430 kilogramos, obtendría 645.000 pesos menos los costos de producción, que son 190.000 pesos, por lo que obtengo 455.000 pesos. Por vaca puedo obtener 55.000 de plus, e incluso me queda margen para aplicar un costo de oportunidad y tasa de interés.
¿A quién beneficia esta segmentación de retenciones? Básicamente a la industria exportadora a China, porque pone trabas a su principal hoy competidor, el mercado de la vaca gorda que va al mercado interno.
La medida podrá beneficiar al productor en alguna medida. Sin embargo crea un ambiente poco motivador para el engordador de novillos, categorías que si debemos apuntalar para ganar mercados de mayor valor que el chino”.