La Cámara Argentina de Bioinsumos (CABIO) se reunió con la presidenta del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), Diana Guillen, con el objetivo de solicitar la creación definitiva de un área específica para esa actividad que contemple un registro especial para ellos.
El pedido, que busca apuntalar el desarrollo del sector, fue realizado por el presidente del organismo, Roberto Rapela, y acompañado por su vicepresidenta, Jimena Sabor, y la directora técnica, Natalia Curcio.
El documento presentado por CABIO destaca que en la actualidad “no es posible obtener los resultados en el tiempo que se requieren, situación que no permite planificar y actuar en consecuencia, y que deja a muchas empresas fuera de la posibilidad de comercializar y ofrecer esta tecnología”.
“El actual sistema de registros no nos permite tener trazabilidad de los procesos iniciados, su marcha en el tiempo según indica la legislación no se alcanzan de manera satisfactoria. Es necesario contar al día de hoy con trazabilidad de los registros”, agregaron.
Las empresas agrupadas en la Cámara ya habían asegurado que el proceso actual les impedía mantener una competitividad dentro del sector de los insumos, lo que las enfrentaba “a riesgos económicos y de desarrollo colectivo”.
Al término del encuentro Rapela afirmó que huno “receptividad de todos los temas tratados”, y que la reunión “fue armónica y precisa”.
Jimena Sabor por su parte aseguró que la titular de Senasa “tiene ideas inteligentes para generar soluciones a nuestros problemas a corto y mediano plazo, ya que entiende la importancia y las necesidades del sector”.
“Vi una funcionaria que conoce mucho al organismo y con ganas de hacer”, agregó.
En marzo de este año Bichos de Campo tuvo la oportunidad de entrevistar a Rapela en el marco de la Primera Jornada de Biológicos, en la ciudad de Tandil, quien adelantó que la Cámara busca impulsar una Ley Nacional de Bioinsumos.
Mirá le programa que realizamos dedicado a la producción con biológicos:
“Este es un nuevo paradigma que va a reemplazar el uso de agroquímicos a largo plazo, para hacer una producción sustentable, sostenible y amigable con el medio ambiente. Va a implicar un trabajo mano a mano y parejo con la gente que produce agroquímicos, porque va a ser una transición lenta pero definitiva”, había afirmado el presidente en esa oportunidad.
Según indicó, la iniciativa contemplaría a realización de capacitaciones obligatorias, tanto para productores como para investigadores y funcionarios, en base a una currícula de bioinsumos que la Cámara viene desarrollando junto a distintas universidades como la de Córdoba, La Plata, Buenos Aires, Lanús y Catamarca.
También se impulsaría una corrección en las tarifas impositivas ya que actualmente los fertilizantes químicos abonan un 10% de IVA, mientras que los biológicos pagan el 21%.