En las últimas horas, la Federación Económica de Mendoza (FEM) manifestó su preocupación ante la imposibilidad de contar con cosechadores temporarios de otras provincias para realizar las tareas de cosecha que se aproximan con cada primavera y verano. Obviamente tiene que ver con el Covid, y a pandemia eterna que no se temrina.
Las entidad advirtió que se podrían “generar grandes pérdidas en el sector, ya que se estima que el 30% del personal necesario para estas tareas proviene de otras provincias principalmente del norte de nuestro país”.
“Se está mirando con mucha preocupación el tema de la mano de obra necesaria para la distintas cosechas de la provincia de Mendoza”, aseguró Alberto Carletti, presidente de la FEM en declaraciones a Radio Nihuil. Agregó que será necesario “habilitar el traslado entre jurisdicciones, ya que hoy cada provincia tiene sus protocolos de tránsito, por lo cual el desplazamiento de las personas es muy complejo, por lo que eso tiene que estar coordinado y es lo que le pedimos al gobierno nacional”.
El empresario calculó que “se van a necesitar entre 12 y 15 mil cosechadores contando desde las primeras cosechas, que habitualmente corresponden al ajo y la cereza, y termina con la uva, los olivos, y los frutos secos como la nuez”, enumeró.
Usualmente “los cosechadores comienzan a llegar a fin de octubre, principio de noviembre que es cuando comienza el flujo. En enero, febrero, y marzo es cuando se produce la mayor actividad”, aseveró.
Desde la cartera económica sostienen que Mendoza y Jujuy trabajan en protocolos sanitarios para el ingreso de los trabajadores temporales. En ese sentido, se informó que autoridades gubernamentales de ambas provincias mantuvieron un encuentro virtual para avanzar en acciones conjuntas que permitan la llegada de mano de obra previo al inicio de la cosecha. Pero no es la única provincia de origen de la mano de obra golondrina.