El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) prevé que la Argentina seguirá ostentando el cuarto puesto entre los exportadores de carne vacuna en 2024, pero también ha dicho que el país sufrirá la pérdida de 1,6 millones de cabezas de ganado bovino como consecuencia de la sequía. Es el equivalente a más del 10% de la faena de vacunos en un año.
En su sitio Ganados & Carnes, el consultor y productor Andrés Costamagna revisó los datos contenidos en el último informe del USDA sobre el mercado internacional de las carnes, que a trazos gruesos marca que Europa sigue deprimiendo su volumen exportado, Estados Unidos se mantendría y Brasil crecería de manera moderada. Estos, en los tres tipos de carne más difundidas, son los grandes jugadores globales.
¿Y la Argentina? Solo pesa en el comercio de carne bovina, donde mantendría un cómodo quinto puesto entre los países productores de carne, y una quinta posición entre los países exportadores. El USDA prevé que el comercio de carne crecería 1% hasta 11,9 millones de toneladas. “Los principales jugadores del negocio exportador para el 2024 serán Brasil y Australia para la carne vacuna, dónde China seguirá siendo el principal destino mundial”.
En el siguiente cuadro se puede ver que para la Argentina el USDA estimaba en su informe de octubre la exportación de unas 900.000 toneladas de carne vacuna. Se ubicaría entonces detrás de Brasil (2,85 millones de toneladas exportadas), Australia (1,6 millones de toneladas) e India (1,45 millones).
Ahora bien, ¿de dónde saldría esa carne? Revisando los números del USDA, Costamagna marcó en su informe que “la expectativa es que la producción mundial de carne vacuna se ubique entorno a 59,1 millones de toneladas, con incrementos productivos en Brasil, China y la India, retroceso en Estados Unidos, Argentina y Canadá”.
En el caso de la Argentina, “la proyección prevé que la faena caerá dramáticamente luego de la sequía”, remarcó el consultor. Luego amplía: “El organismo prevé una baja de la producción para la Argentina de 100 mil toneladas, en tanto que la baja en el consumo sería de 161 mil toneladas, mostrando que la restricción de consumo será más fuerte que la caída de producción, anticipando que los argentinos no podrán comprar el mismo volumen que están comprando en 2023”.
La caída del consumo entonces explicaría entonces la mejor performance exportadora. “Argentina participará en un 8% del volumen exportado y Mercosur sería el 40% de las exportaciones de carne vacuna globales, mostrando que esta actividad para la región es crucial de mantener y defender a pesar de los predicamentos que se plantean en tema ambientales y de bienestar animal, se deberá poder sortear todas estas barreras de manera inteligente”, opinó el consultor.
¿Y por qué caería la producción local de carne? Pues la sequía ha sido fatídica y hasta en Estados Unidos tomaron nota de la situación. “La previsión del USDA es que la Argentina tendrá una contracción de stock importante, de 1,6 millones de cabezas menos para el 2024”.
La Argentina tiene un stock total de 53 millones de vacunos, según las últimas mediciones oficiales. Es decir que esta caída en el número de cabezas implicaría cerca de 2,5% de sus reservas. La faena total en un año, por otro lado, es de cerca de 13 millones de cabezas.