Brasil es el principal importador mundial de trigo, con cerca de 6 o 7 millones de toneladas por año. La mayor parte del cereal lo compra en la Argentina, aprovechando los fletes más baratos y las ventajas (por ahora) del arancel cero del Mercosur. Pero a veces importa también trigo del Hemisferio Norte para cubrir justamente la demanda de su propio norte. Y siempre intenta producir más, para lograr su autoabastecimiento. ¿Alguna vez lo logrará?
La novedad, en este contexto, la dio a conocer una gacetilla del Ministerio de Agricultura (MAPA) del vecino país: por primera vez se sembró trigo en el estado dem Ceará, ubicado en el nordeste del país. Su capital es la ciudad de Fortaleza, para los que prefieren guiarse por las playas. Ahí es ciertamente difícil que crezca el trigo, que es un cultivo de zonas templadas. El clima es semiárido y suele haber largas temporadas sin lluvias. Sus cultivos más importantes son el poroto, el maíz, el arroz, el algodón, la caña de azúcar y gran variedad de frutas. Pero hasta aquí nunca se había probado con trigo.
El gobierno brasileño ahora se entusiasmó con los primeros ensayos realizados en ese estado. “Con el apoyo de Embrapa (el INTA brasileño), la siembra, aún en fase experimental, tuvo una productividad superior al promedio de la región Sur”, explicó el informe.
La historia es como sigue: Una asociación entre el sector privado y la Embrapa resultó en la primera cosecha de trigo en Ceará. La experiencia abarcó una escasa superficie y arrojó una cosecha de aproximadamente 9 toneladas de trigo, lo que representa una productividad de 1,6 toneladas por hectárea.
“Tuvimos algunos desafíos, como adaptar la sembradora y la cosechadora, buscamos fertilizantes y nuestros propios remedios para el trigo, pero podemos decir que fue un éxito, no solo por la productividad sino también por el corto tiempo de siembra hasta la cosecha ”, comentó el productor Alexandre Salles.
“La iniciativa generó un resultado sorprendente en un tiempo récord para la agroindustria del estado, ya que era poco probable que el cereal creciera en suelo cearense”, destacó el MAPA, que la consideró un hito en el camino de Brasil hacia la autosuficiencia, también en materia triguera.
Hoy el Nordeste importa casi el 100% del trigo que consume de Argentina, Uruguay, Estados Unidos, Canadá y Rusia, además de otras regiones de Brasil.
La ministra Tereza Cristina destacó que Brasil está trabajando para volver a tener una gran superficie sembrada con trigo. “Brasil está produciendo trigo en Ceará y con alta productividad, superando incluso a los cultivos del sur. Esto demuestra que necesitamos estar cada vez más en sintonía con la modernidad de las nuevas tecnologías para varios productos que podemos utilizar internamente y, al mismo tiempo, generar un excedente para nuestras exportaciones ”, declaró.
Una de las ventajas de la producción de Ceará fue el corto tiempo entre la siembra y la cosecha. El ciclo de producción en Ceará duró solo 75 días, mientras que en las principales regiones productoras de Brasil el ciclo entre la siembra y la cosecha toma entre 140 y 180 días.
El resultado obtenido en este primer ensayo permite vislumbrar una mayor cosecha en los próximos años, lo que indica que “tenemos un potencial de crecimiento muy grande, porque es un trigo de excelente calidad, desarrollado por Embrapa”, dijo Salles.
Embrapa Trigo, Embrapa Agroindustry Tropical y el Instituto Federal de Ceará realizaron los primeros experimentos de cultivo en Ceará en 2019 para analizar la viabilidad de la producción de cereales en el Estado, considerando las condiciones edafoclimáticas. Embrapa ya está realizando una investigación experimental en Alagoas y pretende ampliar los estudios a los estados de Pernambuco, Piauí y Maranhão.
La investigación realizó los primeros experimentos con cuatro variedades de cultivares BRS264, BRS254, BRS404 y BR18 para analizar el momento más adecuado para la siembra, el comportamiento del cultivar, el ciclo e incidencia de enfermedades y plagas.